Confianza en los mismos

Pues bien, Diego Martínez por primera vez casi repite la formación de salida. Un único relevo contra el Betis, volvió el central Germán, que se perdió la salida a Elche al cumplir con el ciclo de tarjetas amarillas. Jugó en su sitio natural junto a Domingos Duarte y en detrimento del joven argentino Nehuén, que respondió al papel asignado sin complicarse ante los ilicitanos. Es lógico y coherente dar confianza a los mismos, aquellos que ganaron al Elche a domicilio y recordaron al Granada de antes de la 'parodia Tebas' de Anoeta. A la mejor versión de los rojiblancos, la de Europa, la que suele predominar, también en la Liga, tanto en esta temporada como en la pasada, la de la consagración entre los mejores del campeonato desde la modestia y el esfuerzo continuado.

Por eso, se volvió a la senda del triunfo tras cinco encuentros sin hacerlo. Y con esta misma gente se afrontó el reto frente al Betis de Pellegrini con solvencia. Rui Silva bajo palos, Foulquier y Neva como laterales, Germán la novedad en compañía de Domingos Duarte para el centro de la defensa, con Gonalons de pivote por delante, escoltado por Milla y Yangel Herrera. Arriba, los estiletes sudamericanos Machís y Luis Suárez, cuya conexión en Elche fue perfecta; de hecho ambos se encuentran en excelente estado de forma. El venezolano desplazó a Puertas, con Kenedy y Soro a la expectativa, mientras que el colombiano es capaz de asumir el puesto de ariete o caer, gracias a su versatilidad, en banda derecha o izquierda. Ayer, como extremo, dejó el área a Soldado, la apuesta de Diego Martínez por la experiencia. Suyo fue el 1-0, de penalti convertido tras el derribo precisamente a Suárez. Y poco después aprovechó otra rápida contra –el 2-0– para recobrar su instinto de 'killer'.

En menos de media hora, el tiempo estaba dando la razón a Diego Martínez, a su idea de mantener el bloque. Claro que no siempre se puede conservar el conjunto base, la llamada columna vertebral suele sufrir modificaciones por causa de fuerza mayor, como apuntamos antes. En este caso por la tarjeta que recibió el francés Maxime Gonalons, que estaba apercibido de sanción y se perderá la visita del próximo miércoles al campo madridista del Alfredo Di Stéfano. Corría la media hora y golpeó en la cara a su compatriota pero rival Nabil Fekir, todo un campeón del mundo.

A poco de iniciarse el segundo tiempo llegó el primer reajuste de Diego Martínez. Soldado, que había sudado lo suyo, fue reemplazado por Antonio Puertas, por lo que Luis Suárez pasó al centro y dejó al almeriense en el extremo derecho. Con ello Darwin Machís cambió de lado, quizá en la izquierda es más incisivo, encara mejor a puerta y gana en disparo y gol..., por la derecha se prodiga en los centros. Ni lo uno ni lo otro porque sufrió un pinchazo o sobrecarga muscular y le sustituyó Kenedy. Otra preocupación para el entrenador de cara al inmediato compromiso –el miércoles– contra el Real Madrid en el campo Alfredo Di Stefano. ¿Otro cambio obligado? Gonalons será baja segura y Machís, duda. Así resulta imposible dar continuidad a los mismos. Luis Suárez, sin embargo, se marchó del verde de Los Cármenes por agotamiento. Dejó su sitio a Jorge Molina. También Eteki dio frescura por Milla, que persiguió a Fekir sin descanso y acabó con la lengua fuera, reventado; ayer fue un derroche de energía en tareas de contención, raza y exhibición física. Y cuarta portería seguida a cero con la Copa incluida. Un Granada que ha recuperado sus mejores virtudes, el espíritu de sacrificio y la rentabilidad extrema. Es lo suyo.