La conexión vinotinto entra en escena

La conexión vinotinto del Granada entró ayer en escena, y con papel protagonista. Darwin Machís y Yangel Herrera irrumpieron por primera vez en el 'once' de Diego Martínez, que no acostumbra a alterar demasiado sus alineaciones, y resultaron esenciales –sobre todo el primero– en el primer triunfo nazarí en su retorno a la máxima categoría del fútbol español. El técnico vigués sentó a Vadillo para premiar el buen rendimiento del 'hijo pródigo' cuando ha salido desde el banquillo, mientras que el centrocampista sumó sus primeros minutos oficiales con la elástica rojiblanca para paliar la baja del lesionado Yan Eteki.

Le costó a este último encontrarse sobre el terreno de juego. Partía de una posición más retrasada de lo que le resulta habitual y por momentos se encontró descolocado, perdido en la franja ancha del campo. Montoro se vio obligado a corregir su posición en más de una ocasión para echar una mano al debutante, que mostró varias imprecisiones con el balón en los pies. No obstante, el paso de los minutos le permitió recomponerse y ganar peso en el juego, en especial con la entrada de Ramón Azeez por Fede Vico. Anduvo correcto en la parcela defensiva, sobresaliente en todo el equipo, y participó de forma directa en el tercer gol.

El extremo, en cambio, comenzó muy pronto a dinamitar el flanco derecho de la zaga espanyolista, ocupada por un Corchia que seguramente habrá soñado con el de Tucupita. Cuando apenas se había disputado un minuto de juego, el lateral francés ya estaba amonestado por una acción sobre Machís, que en su primera galopada puso la miel en los labios a Puertas. Dídac Vila evitó el gol del almeriense, aunque se desquitaría a la siguiente ocasión.

El 'avioncito' se deshizo de su par como el que esquiva un bolardo y lanzó un misil que fue repelido por un exigido Diego López. El rechace lo envió a la red el almeriense, aunque realmente acababa de comenzar el show particular del venezolano. Su incesante torpedeo desarmó el entramado defensivo 'perico', que no pudo ponerle freno en ningún momento.

Apareció en el momento oportuno durante los mejores minutos locales, ya en la segunda mitad, para recoger un generoso regalo de Marc Roca en la frontal. La ajustó a la cepa del poste, pero Calero, raudo, le privó de un gol que acabó celebrando Carlos Fernández. Poco después, recibió una gran apertura de su compatriota Yangel Herrera, que ya se encontraba cómodo, y le imprimió pausa al juego. Aguantó la marca de Corchia, al que ya le aparecían rayos y centellas sobre la cabeza, y observó la llegada de Ramón Azeez en el segundo palo. Con sutileza, levantó el esférico para que el nigeriano cerrase el marcador. A falta de un cuarto de hora, dejó su lugar en el campo para que debutase en Primera José Antonio Martínez.