Cifuentes se disfraza de Melchor, Gaspar y Baltasar

Y es que lo cierto es que sin Cifuentes el resultado de este partido podría haber sido otro bien diferente. El Granada empezó controlando el juego ante un Cádiz que especuló con el balón y se limitó a esperar pacientemente su ocasión de adelantarse en el marcador. Saunier (m.14) y Sergio Peña (m.16) tuvieron ocasiones para adelantar al equipo de Oltra en una primera mitad que terminaría con 1-0 en el marcador gracias a una falta lateral botada por el equipo cadista en la que Kecojevic se impuso por alto a la zaga rojiblanca con la ayuda de Garrido, que le hizo 'la pantalla' y ayudó a que el zaguero amarillo rematase el envío y subiese el uno a cero al marcador. Con el gol el conjunto de Álvaro Cervera se vino arriba y Romera tuvo la ocasión de ampliar la renta local con un disparo raso tras centro de Álvaro, pero Varas evitó que el choque quedase prácticamente sentenciado antes del descanso. El Granada intentó aplacar la algarabía local y poco a poco fue volviendo a tomar las riendas del encuentro, siendo Joselu el que disfrutó de la ocasión más clara para igualar el marcador en un uno contra uno ante Cifuentes en el que intentó superar al guardameta cadista con una vaselina que éste intuyó perfectamente, saboteando el gol del menudo delantero onubense.

En la reanudación el Cádiz tuvo unos primeros minutos en los que anuló a Sergio Peña, que era el jugador visitante que más peligro estaba creando. No obstante, el peruano terminó saliendo de su letargo y rozó el empate con un disparo lejano que se marchó alto (m.53) y con un mísil desde fuera del área que escupió el larguero (m.59). El centro del campo del Granada sufría para construir jugadas de ataque y Oltra acertó al darle entrada a Baena por un discreto Ángel Montoro. La recta final del partido fue de color rojiblanco. Con todos los delanteros disponibles sobre el terreno de juego el Granada encerró al Cádiz y pudo empatar con dos claras acciones de Rey Manaj que desbarató un inconmesurable Cifuentes. El equipo gaditano creó peligro en ataque durante el choque gracias a la habilidad de sus hombres de banda, Álvaro y Salvi, pero la zaga rojiblanca anuló bien a Dani Romera y Barral -su sustituto en la segunda mitad- solo duró doce minutos sobre el campo, el tiempo que tardó en ser expulsado.

Aún así, el fútbol es un deporte que entiende de goles y no de méritos. Y aunque el Granada hizo cosas bien y mereció puntuar en su visita al Carranza, la efectividad local y el partidazo de Alberto Cifuentes marcaron la diferencia entre uno y otro equipo.