Cientos de granadinistas acuden a primera hora para renovar sus carnés
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Los rumores de venta, la ausencia de fichajes y la inclusión de dos días del club no han pesado en los aficionados más rápidosEl granadinismo no ha tardado en responder al club. Pocas horas después de presentarse la campaña de abonos, cientos de granadinistas han acudido a Los ... Cármenes para ser los primeros en sellar su renovación. Ni los rumores de venta, ni la ausencia de fichajes, ni tampoco la inclusión de dos días del club, haciendo pasar por caja ante Barça y Madrid. Nada frenó al granadinismo, que fue llegando desde las cinco (el plazo de renovación abría a las 17.30 horas) al estadio para recoger su abono.
Los dos primeros en contar con su abono de la temporada 2023-24 fueron Fernando y Alejandro Quirantes, padre e hijo, socios ambos desde hace diez años. «No teníamos dudas. Quizá van tarde con los fichajes, pero sabemos que lo harán bien», decía el padre. Alejandro, que no contaba con su abono físico por tener que hacer un cambio desde la grada de animación, agradecía al club que este año no hubiera colas al sol, pudiendo esperar en el interior del estadio su turno para pasar por taquillas. Sí tuvieron ambos queja por el reinstaurado día del club. «Es una no subida de precio engañosa. Incrementa bastante el precio del abono», apuntaba Fernando, algo contrariado. Aún así, no había duda. «Hemos estado en Segunda y hemos sufrido las colas en Recogidas bajo el sol de hace unos años para renovar», recordaban charlando entre ellos padre e hijo.
Otro joven abonado, Manuel, mostraba orgulloso su carné. «Venimos de dos años duros, con ese descenso. Y Segunda, aunque hayamos sido campeones, es difícil. Ahora volver a Primera es un reto ilusionante para el equipo, la afición y la ciudad«, asumía. Quizá por ese reto de élite, Manuel buscaba explicación al día del club. »La promesa era mantener los precios, pero si el club ha visto que económicamente lo necesita para competir en Primera...», se resignaba. Con él iba su amigo Francisco, también abonado, que comentaba que para él renovar «no es negociable». «Creía que la subida de precio llegaría por el ascenso del filial. Es un gesto feo por parte del club, pero el abono sigue siendo barato», concluyó.
Los granadinistas iban pasando por taquillas. Algunos sin cita, volviendo resignados a su casa o consultando en el móvil si había alguna cita previa disponible para ese mismo momento. Otros, ya con el carné a buen recaudo en su cartera, decían que ahora sí podían irse tranquilos de vacaciones. Una de las historias más bonitas es la de Carlos y Sonia, una pareja que se sentaba separada en el estadio esta última temporada y que logró juntar sus localidades mediante el cambio del tipo de abono. Harán de una de las nuevas esquinas un hogar para su amor por el Granada. «Reservamos cita corriendo. El club lo ha facilitado todo. Queremos disfrutar juntos», contaban. «Me ha defraudado la subida encubierta del precio», confesaba Carlos, aunque por otro lado a ninguno de los dos les preocupan los fichajes. «Somos del Granada, no de los jugadores», sellaban felices.
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