Callejón vuelve a Los Cármenes para ser local definitivamente

Su paso por el Espanyol, con el Granada aún en categorías inferiores, y sus buenísimos años a las órdenes de José Mourinho y Aitor Karanka en el Real Madrid le hicieron despegar hacia Nápoles, donde se convirtió en leyenda de los italianos. Por pocos meses no se midió con los de Gattuso al Granada en Europa League, pues ya habia firmado con la Fiorentina.

Pero sí que ha pisado Los Cármenes, recibiendo cariño y pitadas de sus paisanos a partes iguales. Tres son los duelos que ha disputado en el feudo zaidinero. Los dos primeros, con el Real Madrid en dos noches de distinto recuerdo. En 2012 tuvo lugar en la penúltima jornada del primer año del Granada en la elite tras más de tres décadas sin estar ante los grandes y acabó con una remontada fugaz de un Madrid cuajado de suplentes. Ya habían coronado la Liga y llegaron con la intención de no poner la quinta marcha. Un gol de Jara dejaba la salvación hecha, pero un absurdo y polémico penalti sobre Cristiano y un ambiente que se fue caldeando, sirvieron para que el Real Madrid acabara por apretar y remontar. Fue la noche en que, presos de la rabia por la remontada, jugadores como Siqueira o Dani Benítez (el famomso botellazo) se enfrentaron al trío arbitral y no pudieron estar ante el Rayo Vallecano por sanción. Aquel día, Callejón salió media hora desde el banquillo y apretó como el que más en busca de la remontada. Los tímidos aplausos cuando sustituyó a Di María se fueron tornando pitos con el paso de los minutos.

Conseguida la salvación, al año siguiente volvió el Real Madrid a Granada. Debutaba Lucas Alcaraz en el equipo nazarí, reactivado con un elemental Nolito. Era la jornada 22 y el equipo blanco no venía de vacaciones. Salió con todo, pero un córner cerrado del gaditano en el minuto 20 encontró aliado en la coronilla de Cristiano Ronaldo, sorprendiendo a Diego López. En la segunda parte, Mourinho y Karanka buscaron remontar por todos los medios, metiendo a Benzema, Marcelo y Callejón tras el descanso. En aquellos momentos, la importancia del motrileño en los esquemas del técnico portugués subía a cada jornada. Tanto como revulsivo o como titular para dar descanso a Di María, Callejón era ya un jugador muy apreciado por la afición merengona. No tanto por la rojiblanca, que recordaba cómo su empuje ayudó en la remontada de unos meses atrás.

Y la tercera noche, en noviembre de 2016, fue la más especial. Y la primera en la que Callejón, motrileño y por ende granadino, pudo al fin sentirse local y querido en Los Cármenes. Fue en un partido de la selección española ante Macedonia, clasificatorio para el Mundial de Rusia de 2018. Como curiosidad, en la meta macedonia estaba un exrojiblanco como Dimitrievski y en el banquillo español, además de Callejón, estaba otro ex como Nolito y un futuro rojiblanco, Sergio Escudero. España superó el trámite con facilidad (4-0 con goles de Vitolo, Monreal, Aduriz y Velkovski en propia). Callejón saltó por Vitolo en el minuto 87, recibiendo esta vez sí el calor de Granada. El calor a un paisano al que, ahora ya sí, tendrá oportunidad cada dos domingos de animar y arropar.