Cabaco: «Me siento alguien que puede sumar mucho y en situaciones así, más»
El defensa uruguayo considera que la grada empieza a ver su mejor versión y alaba el compromiso del equipo en busca del objetivo
Erick Cabaco es una persona risueña y educada en el trato cercano, pero una fiera competitiva sobre el verde. Esa manera de ser a veces ... le ha jugado malas pasadas, pero ahora dice sentirse en el punto de madurez adecuado para dar lo mejor de sí por el Granada. Tras varios meses desde su llegada, con poca participación ha encontrado un hueco en el 'once', aunque él está dispuesto a sumar desde cualquier faceta.
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–Dicen que usted es un tipo tranquilo fuera del campo que se transforma dentro.
–Sí. Pero hay que conocer a las personas fuera de la cancha, que para mí es una de las cosas más importantes. Dentro, cada uno tiene su trabajo, su carácter, su manera de ver el fútbol. Me crie en un fútbol así y hasta el día de hoy lo mantengo. Es lo que me trajo hasta aquí.
–¿Qué es la garra charrúa?
–No se puede explicar; se tiene o no se tiene. Hay algunos que la tienen más acusada, pero en algún momento de tu vida se saca. Y está bien tenerla.
–¿Esa es su principal virtud, el carácter en el terreno de juego?
–Yo creo que sí. El de intentarlo una y otra vez, por más que las cosas no salgan como uno quiere.
–¿Y su mayor defecto?
–El temperamento. Al mismo tiempo, virtud y defecto. Lo tienes, pero a la vez te puede afectar. Lo he trabajado durante mucho tiempo, a veces mejor y otras, peor. Pienso que estoy en un momento que lo estoy sabiendo controlar.
–Ese es el terreno psicológico. Aprender a dominar ese lado oscuro.
–Se trata de saber trabajar con la propia cabeza. Nosotros tenemos psicólogo y para mí es una figura súper importante para todo, tanto en lo personal como en lo deportivo. Es de mucha ayuda, a mí me lo parece. No solo el que tenemos ahora. También conté con uno en el pasado y lo recomiendo.
–¿Cómo tiene que ser un defensa moderno? Ahora, aparte de cumplir atrás, tienen que sacar el balón jugado, incorporarse al remate...
–Eso se dice, pero pienso que la exigencia de un central es defender. Si eres bueno en ello y agregas cosas, muchísimo mejor, pero lo esencial es lo otro. Con el tiempo, lo corroboro. Yo observo a grandes defensas como Sergio Ramos o Diego Godín y lo primero es que son tremendos atrás y después añaden cosas.
–¿Le molesta que en su club de procedencia, el Getafe, se deslizaran supuestos problemas de indisciplina?
–Momentos. Fue otra etapa de mi vida. Mucho cambio, creció la familia, sufrí inestabilidades... La gente nos ve dentro del campo, pero fuera somos personas. Son cosas del fútbol. También tuve mis partidos buenos en el Getafe. Hubo cambios de entrenadores, y a unos les gustas más que a otros. Tengo mi manera de verlo.
–Nos contó Paco López que le era difícil contar con Petrovic tras su paternidad por el cansancio. Otro ejemplo de que afrontan cuestiones cotidianas.
–Por eso apoyamos tanto a Petro, que sufría porque no podía venir a entrenar. Los que somos padres les decíamos que lo que estaba experimentando no lo iba a vivir todos los días, que lo disfrutara. Está lejos de su país, de su familia, con su mujer sola... Le hemos arropado.
–Usted llega a Granada en la compleja operación de Luis Milla. ¿Qué le llamó la atención de la oferta?
–Lo tomé como una oportunidad, un paso más para crecer. Sumar minutos, mejorar como jugador. Se empieza a ver mi mejor versión.
–Imagino que, por su bagaje en Primera, pensaba que contaría más desde el principio.
–Suceden muchas cosas. Al principio teníamos dos centrales que estaban con un rendimiento espectacular, como Miguel (Rubio) e Ignasi (Miquel), que siguen fenomenal aunque hayan pasado sus momentos de lesión. Yo estaba contento porque el equipo andaba bien y ganaba. Son circunstancias que asumo, como sabía que si jugaba y lo hacía bien, mis compañeros me iban a apoyar. Yo he querido ser ese Cabaco 'top', que venía de Primera. Cuando me ha tocado, he intentado dar lo mejor. Ahora que sí estoy teniendo continuidad, lo mismo.
–Estuvo con Karanka y de repente se reencuentra con Paco López, su valedor en el Levante.
–Sinceramente, no hablamos tanto cuando llegó. Me enteré de que venía y por dentro pensé en que podría recuperar mi mejor forma. Para mí fue un respiro. Respetaba que jugaran otros compañeros, pero veía una nueva oportunidad, salir de ese momento de inactividad. Me hizo sentir mejor.
–Enlaza dos partidos de titular antes de esta fase, pero todo se rompe tras una actuación aciaga del equipo en el Ciudad de Valencia, estadio en el que triunfó.
–Para mí era un partido bonito por los momentos vividos allí, pero el fútbol es competir y el Levante ganó, siendo mejor que nosotros. No hay más.
–Ahora enlaza otros dos encuentros y tiene posibilidades de repetir como titular. ¿Estamos empezando a ver su verdadero potencial?
–Estoy muy contento. Cómo venimos entrenando y las situaciones que se dan. Me encuentro con confianza, pero el 'once' es decisión del míster y hay que apoyarlo, todo a una.
–¿Se siente un líder dentro del vestuario?
–No. Me siento alguien que puede sumar mucho y que en situaciones como esta, más. Un líder tiene otro perfil. Es Jorge Molina, José Callejón, Víctor Díaz... Tenemos líderes en el vestuario.
–En Burgos, se sobreponen a todo: lesión de Torrente, debut de Bosch, gol en contra...
–Hay que aguantar todas las circunstancias y solo podemos pensar en ganar. El equipo demostró que estamos todos preparados, incluidos los del filial.
–Usted cumple 28 años el mes que viene. En teoría, una edad perfecta para el fútbol.
–Por eso venir a Granada fue y es una oportunidad para mí. Me dicen que si mi nombre lleva mucho tiempo sonando, que si la barba (ríe)... Pero soy joven aún, y siempre se puede evolucionar. Mire Jorge Molina. Rompe el debate. Se le ve en cada entrenamiento, en los partidos, y cuando no juega.
–Está cedido con opción de compra. ¿Sabe su cuantía?
–No lo sé, pero estoy muy feliz aquí. Defenderé la camiseta hasta el último día que esté, pero me gustaría quedarme. Hay cosas entre clubes que no están a mi alcance. De mi parte está ayudar a mis compañeros a diario.
–Se entra en la fase decisiva del campeonato, en la que se confirman o no los objetivos.
–Es el momento de dar el paso adelante, pero lo venimos haciendo. Hemos dado un par de golpes en la mesa y hay que seguir. El equipo lo sabe. Lo demuestra partido a partido. Jugamos bien, ganamos. Jugamos mal, ganamos. En nuestra mentalidad solo pueden estar los tres puntos, y otros tres...
–¿Se esperaba una Segunda división tan dura?
–Me sorprendió muchísimo, para bien. Es mi primer año. Es una liga muy competitiva, física, que requiere la atención al 100%, con partidos de 1-0 o 0-1... Es muy lindo estar en ella.
–¿Piensa que estos meses eran su adaptación a ella para llegar a este momento clave?
–Ojalá que sí. Si me toca jugar, estoy preparado.
–¿Le gusta Granada?
–Es una ciudad muy bonita. He tenido suerte en España. La gente es agradable y es un lugar cercano.
–Un amigo en el fútbol.
–José Campaña.
–Un buen colega en el Granada.
–Jorge Molina.
–Un equipo.
–Rentistas (su primer club).
–Una comida.
–Milanesa.
–Otro deporte.
–Tenis.
–¿Adjetivo de sus compañeros para referirse a usted?
–Loco.
–Una cualidad.
–La empatía.
–Su sueño deportivo.
–Devolver a este equipo donde se merece y jugar con Uruguay.
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