Sin la brújula ni el escudo con Osasuna

Hay dos precedentes la temporada pasada en los que Montoro y Germán se ausentaron en el mismo partido. Uno fue anecdótico. Afectó a la última jornada, en la cita de despedida en Los Cármenes frente al Alcorcón, con el Granada ya ascendido a Primera, de mera celebración. El equipo se deshizo del conjunto madrileño con un 2-1. El anterior caso sí tuvo un mayor componente de tensión. Ocurrió en la jornada 32, en Los Pajaritos. Los rojiblancos cayeron por 2-1 ante un Numancia que trataba de sumar puntos para salvar la categoría. Aquella derrota fue una de las dos que sufrió el Granada en los 17 últimos compromisos del campeonato.

Ese día en Soria, Bernardo ocupó el hueco de Germán al lado de Martínez, mientras que Ramón Azeez trató de solucionar el vacío dejado por Montoro al lado de Fede San Emeterio. Salió una actuación bastante gris con otra incidencia curiosa añadida. El conjunto recibió el único tanto de la campaña defendiendo una acción de estrategia del rival. Así marcó Atienza.

Germán sólo se ausentó de tres encuentros en el ejercicio pasado. Uno fue por lesión, en la jornada 22. El Granada se recompuso y doblegó por 2-1 al Elche. Bernardo, que también fue su reemplazo en esa fecha, se vio obligado a debutar apenas unos días después de su fichaje en el mercado de invierno.

Germán aguantó 31 partidos hasta cumplir su primer ciclo de amarillas entonces. Ahora las ha encadenado en apenas ocho duelos. En Segunda, cumplió castigo en Soria. Después sí las recibió más rápido y estuvo desde el partido en Albacete, en la jornada 39, con nueve sobre la chepa. Supo lidiar con confrontaciones tan exigentes como las vividas con el Cádiz en Los Cármenes o la decisiva en Mallorca, en la que el 1-1 dio el pase a Primera división de manera directa.

Germán, que renovó su contrato con el Granada en el pasado mercado invernal, afrontaba este curso con grandes expectativas, pues se estrenaba en la máxima categoría a sus 32 años –cumple 33 a finales de este mes–. La inexperiencia a este nivel la ha suplido con su conocimiento extraordinario del oficio. La llegada de Domingos Duarte y la vuelta de José Antonio Martínez no han supuesto que el gaditano se vaya al banquillo en ningún momento, salvo para descansar, como pasó en Valladolid. El joven onubense es, por ahora, el tercer central de la plantilla. Germán se ha ido compenetrando con el portugués Domingos. Les costó ajustarse en las dos primeras citas, pero luego consiguieron encadenar tres puertas a cero (Espanyol, Celta y Barça), más otras más frente al Leganés.

Martínez es la solución evidente ante la sanción de Germán. El entrenador, Diego Martínez, sí tiene disponible a la que probablemente será su zaga en la próxima velada en Liga, con Víctor Díaz en la derecha y Carlos Neva en la izquierda. Pese a que Álex Martínez ya está integrado con el grupo, de momento sigue figurando en el parte médico.

Por penaltis se tuvo que resolver ayer el 'partidillo' con el que el equipo cerró su sesión de entrenamiento. Competitividad general y alegría para los ganadores, que no dudaron en reclamar la atención del fotógrafo del club para inmortalizar el momento. Está claro que la implicación no se pierde en ninguna jornada de trabajo entre los rojiblancos. Hay intensidad y un margen de mejora individual para los menos rodados, pero poco contexto táctico debido a las ausencias. Por un lado, la enfermería tiene a cinco futbolistas. Por otro, las selecciones se han llevado hasta la semana que viene a tres más. En esta tesitura, con una plantilla corta y con el filial jugando el sábado, obligado a ganar al Sanluqueño para intentar salir del último puesto en el grupo IV de Segunda, el primer equipo rojiblanco intenta pasar estos días sin relajarse, aunque adaptado a la coyuntura.

Mientras en este día a día Diego Martínez apenas dispone de 15 jugadores hábiles –trece de campo y los dos porteros–, Osasuna disputó ayer un amistoso con la Real Sociedad (0-0). Con sólo un internacional –el exrojiblanco Pervis Estupiñán, con Ecuador– y la convalecencia de un destacado como Rubén García –con una cirugía ya programada que le obliga a reposar unos días, para lo que ha aprovechado el parón–, los navarros sí pueden ir preparando a conciencia el choque del próximo viernes, cosa que al Granada se le dificulta entre unas circunstancias y otras. Los de Pamplona cuentran entre las ausencias a Kike Barja y Unai García, aunque tienen ya prácticamente listo al centrocampista Íñigo Pérez. Precisamente se probó ayer en el duelo con la Real.

De todos los que engrosan el parte de bajas, el que está más envuelto en misterio es Álvaro Vadillo. Desde el partido en el Bernabéu se le diagnosticó una sinovitis en la rodilla izquierda, sin plazo de recuperación'. Se da la circunstancia de que el gaditano sufrió en ese estadio una de sus más graves lesiones, en 2011, aunque en la otra articulación.

Respecto a los demás, a Montoro le aguarda al menos un mes de convalecencia para sanarse de su rotura fibrilar en el rector anterior derecho, mientras que los tiempos con Quini y Fede Vico, más difíciles de concretar, no bajarían de ese periodo. El primero está intentando seguir un tratamiento conservador para recuperar el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, aquejado de un esguince de grado II.

El segundo va en muletas para no apoyar la zona afectada, la fascia plantar, mientras recibe tratamiento de los fisioterapeutas. En unas circunstancias similares está el colombiano Neyder Lozano después de su aparatosa fisura en la tibia derecha.