Boada: «Antes de fichar hay que mirar en casa, la cantera nos dará más sorpresas»

El directivo catalán afirmó a los compañeros de Radio Marca que se encuentra «muy bien y muy agradecido con la gente, a gusto a nivel deportivo y con respecto a la ciudad». Desde un nuevo cargo que, aseguró, le ilusiona, es consciente de que firmaba para comenzar una etapa difícil por ser heredera de los mejores años de un club con mucho margen de crecimiento.

Con ese ánimo de ser ambiciosos y repetir algún día el sueño de competir en Europa, se fijaron objetivos altos. «Soy ambicioso, pero también hay que ser consciente de la liga en la que estamos y nuestras propias limitaciones. Todos quieren sobrevivir en esta categoría y, a partir de ahí, todo lo que se pueda obtener será mucho mejor. En general, estoy contento con el esfuerzo de todo el club», aseveró para abundar en ese cambio de discurso con una frase certera: «el objetivo fijado debe ser máximo, pero hay un mínimo que es mantenernos en la categoría en la que estamos».

Y es que no ha sido un inicio sencillo, atravesando una mala racha de resultados que ha llevado a parte de la afición a desconfiar del nuevo proyecto y sus cabezas visibles. «Estamos contentos sabiendo la responsabilidad por donde estamos. Intentamos que las cosas vayan casando más y que acompañen los resultados para dar satisfacciones a la afición», explicó al respecto, asegurando que no había dudas «más allá de las que cada cual puede tener consigo mismo, algo que dice mucho de lo focalizados que están todos en dar el máximo».

Un capítulo desagradable en este inicio han sido los pitos y cánticos contra el técnico, algo que Pep Boada respeta. «El público es soberano y puede dar su opinión. Aquí no estamos para hacer olvidar a nadie, sino en hacer las cosas bien con máximo rigor y responsabilidad. Esperemos que Robert termine la temporada, al igual que yo y que todos los que empezamos este viaje», añadió.

Después de analizar sus primeros meses como dirigente rojiblanco, a Boada le tocó hacer una evaluación de primer trimestre a sus primeros fichajes. Aunque a todos les brindó su cariño y paciencia, el director deportivo no es ajeno a su mejor o peor desempeño deportivo. Destacable es, sin duda, el impacto de Luís Maximiano, del que aseguró que el club está muy contento. «Todos vinieron a sumar y él lo está haciendo desde el principio. Lo fichamos para que esté aquí y siga creciendo», afirmó antes de deslizar que no se han recibido llamadas por él. «Todo eso son rumores», añadió.

También contentos están en el seno nazarí con la vuelta de Rubén Rochina. «Es muy importante estar donde uno quiere estar y eso se muestra en el campo. No había dudas de Rochina con respecto a lo técnico pero, si además está feliz, el Granada sale beneficiado», comentó sobre el valenciano. Cerrando el capítulo de jugadores que están convenciendo a la afición, la llegada de Escudero. «Con Carlos Neva tiene una competencia muy sana y ese es el modelo a seguir. Sergio es un jugador importante que ha venido a subir el nivel y ha hecho que Carlos Neva dé otro paso adelante», expuso.

Alguna duda más queda con el inicio de temporada del resto. Si Escudero está apretando las tuercas a Neva en la zurda, en la derecha Quini se ha quedado con las llaves de la posición ante un Arias al que le pesa la inactividad. «Parte de la cupla del nivel que da Quini es de Arias seguro. Viene de una lesión importante y se incorporó tarde, pero aportará», defendió Boada al colombiano, del mismo modo que lo hizo con su paisano Bacca. «Hay que tener paciencia, es un jugador de calidad sobrada y contrastada que siempre ha hecho goles», mantuvo.

Con la vitola de posibles titulares llegaron Luis Abram y Monchu, de los que se vio grandes destellos en pretemporada y han ido sufriendo altibajos debido a sus procesos de adaptación. «Viene de otro fútbol y yo creo que ha hecho buenos partidos. Está para elevar el nivel del equipo y que el técnico tenga donde escoger», dijo sobre el central, mientras que justificó a Monchu con su juventud. «Tiene 22 años y sé el nivel que nos puede dar. Nos dará alegrías. En el Girona también le costó hasta que fue leyendo los partidos y vio sus momentos. Le veo entrenar y no tengo duda de que crecerá», esgrimió sobre el balear.

Uno de los más interesantes apartados que se hizo en su entrevista con Radio Marca fue el referente al inminente mercado invernal, comenzando por una hipotética salida hacia México de Darwin Machís. «Él no ha pedido salir, está muy bien aquí e identificado con el Granada. Nos aporta muchas cosas diferentes, porque es un jugador diferencial y determinante. Tengo muchas ganas de ver al mejor Darwin», confesó.

Fue lo único que dijo referente a las salidas, y tampoco diría mucho más con respecto a posibles entradas, manteniendo el discurso del verano, centrado en la atención a cualquier situación que pueda darse y no 'levantar la liebre' para encarecer los posibles objetivos. «Veremos las posibilidades que hay, pero la plantilla que hicimos en verano intentamos que fuese lo más competitiva posible y daremos confianza a los que están. Si vemos que hace falta alguna cosa, estaremos preparados».

Ni siquiera dio pistas acerca de las posiciones a reforzar, escudado en que primero se verá cómo vuelven los lesionados de larga duración como Duarte en el centro de la zaga o los muchos mediocentros que van pasando por la enfermería. Sí que deslizó que se analiza la situación de jugadores que terminan contrato en 2022. «Son bienvenidos y los tenemos en cuenta», expresó.

Salió un nombre en la mesa, el del culé Collado. «Lo conozco sobradamente, está capacitado para altas cotas pero está en el Barcelona. Con él hay el mismo interés que con todos los jugadores que podrían aportar», anotó sobre el canterano que está sin ficha federativa al malograrse una cesión a Bélgica.

Para entrar, hay que dejar salir y son muchos los nombres que están a poco de concluir su vínculo laboral con el club. Renovaciones que, en algunos casos son importantes al tratarse de auténticos pilares del vestuario en la época reciente. Es el caso de jugadores como Víctor Díaz, Molina, Germán o Montoro. «Sabéis lo implicados que están con el club y lo tenemos presente. Alguno tiene la posibilidad de tener extensión del contrato (por partidos jugados) y veremos cómo va quedando la plantilla para el próximo año», adelantó.

Con menor jerarquía pero también a punto de acabar contrato están Eteki y Neyder Lozano. El del central colombiano es un caso especial y Boada se remitió al deseo del club de que se recupere bien de su grave lesión, mientras que con el camerunés habrá que «sentarse a hablar y ver la posibilidad de que todo case, después de ver cómo vuelve, cómo se siente y su protagonismo». También hizo un inciso acerca de Antoñín y Adrián Marín, cedidos por el club con distinta suerte -mucho mejor la del lateral zurdo en Portugal que la del malagueño en el club de su tierra-. «Vamos hablando con ellos y viendo su evaluación de cara al próximo año», avanzó.

Por último, dio una pincelada a la situación de la cantera. «Hay que mirar a casa antes, podríamos llevarnos sorpresas con jugadores del filial», repitió con respecto al mercado de invierno, y es que se confía mucho en el progreso de las jóvenes joyas rojiblancas. «Hay buen nivel y las incorporaciones lo han elevado. Estamos muy contentos por el rendimiento de los jugadores y su crecimiento. En breve, igual que Torrente ha llamado fuerte a la puerta del primer equipo, otros lo van a hacer», pronosticó, a la vez que elogió el papel de entrenadores como Torrecilla o Milla. «No solo se trata de promocionar jugadores, sino también de potenciar a esos entrenadores. Ellos dos llevan mucho aquí y hacen muy buen trabajo», dijo para acabar. Aunque hubo lugar para un último deseo ligado a otro técnico. «No he hablado con Diego Martínez, aunque me gustaría. Amigos en común me han hablado muy bien de él y seguro que sería una charla placentera».