Borrar
Los jugadores del Granada, durante el calentamiento previo al entreno del jueves. PEPE MARÍN
Opinión | La otra mirada

Bandera roja

Es una cita de bandera roja donde ambos son tiburones heridos persiguiendo el olor de su propia sangre, con sus entrenadores más que cuestionados y unas atmósferas cargadas de electricidad

Justo Ruiz

Granada

Viernes, 3 de diciembre 2021, 00:56

Comenta

El Granada, tras su festín copero en tierras canarias y con los canteranos pidiendo paso, llega a la cita de esta noche ante el Deportivo ... Alavés con el agua al cuello tras tres jornadas consecutivas sin conocer la victoria en la Liga. Se va a encontrar con una fuerte marejada en el recinto deportivo del Zaidín, frente a un rival que necesita también con urgencia el triunfo para huir del hundimiento. Es una cita de bandera roja donde ambos son tiburones heridos persiguiendo el olor de su propia sangre, con sus entrenadores más que cuestionados y unas atmósferas cargadas de electricidad. Quien pierda –el empate es más dañino para los rojiblancos– saldrá con unas quemaduras de gravísimas consecuencias. El conjunto granadino no soportaría otra semana más sin ganar ante un adversario de vuelo corto. Tiene combustible para mucho más y una destreza mínima para utilizarlo. Por eso lucha en la zona baja de la tabla, vulnerable a que una ola, al margen de su tamaño, lo engulla en tiempos de bandera roja.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Bandera roja

Bandera roja