Mucho más que tres puntos perdidos
Las sanciones sobre Boyé y Gumbau y la lesión de Rubio dejan en cuadro para jugar contra el Villarreal a un equipo que vuelve a perder tras tres tablas
El Granada se dejó mucho más que tres puntos en El Sadar. Los rojiblancos perdieron por sendas sanciones a Lucas Boyé y Gerard Gumbau para ... su próximo partido, frente al Villarreal en Los Cármenes el lunes 30 de octubre, por su roja directa al delantero y por su quinta amarilla de la temporada al centrocampista, y probablemente por más encuentros aún a Miguel Rubio por la lesión en el peroné de su pierna derecha que le impidió acabar el choque y que le hizo terminar en el hospital. Tres figuras que vienen a ser buena parte de la columna vertebral del equipo.
El primer mazazo a la moral del Granada se produjo, no obstante, a los once minutos en un nuevo error defensivo de los que claman al cielo. Esta vez fue Ricard Sánchez quien se aculó tras Miguel Rubio e Ignasi Miquel mientras estos tiraban el fuera de juego, habilitando a Budimir entre estos; un despiste que recordó al que el propio lateral derecho cometió la temporada pasada en Andorra, trece meses atrás, cuando Iván Gil lo castigase también con un temprano gol en contra. Verse tan rápido por debajo en el marcador no cambió demasiado el planteamiento de Paco López, sin embargo, y sus futbolistas gozaron de hasta tres ocasiones para empatar en las botas de Lucas Boyé, Gumbau y Álvaro Carreras (esta, casi sin querer en un saque de esquina), pero ninguno acertó a batir a Herrera.
En la segunda parte fue el videoarbitraje el que se cebó con el Granada. Jaime Latre llamó a Busquets Ferrer en dos ocasiones desde la sala VOR de Las Rozas: para que revisase un penalti de André Ferreira sobre Budimir y un pisotón de Boyé sobre Aimar que acabó en roja tras castigarlo inicialmente con una amarilla. No hubo llamada alguna en el primer acto cuando fue Budimir quien pisó a Álvaro Carreras ni aún después de aquel segundo gol que deshizo al Granada del todo, cuando Kike Barja hizo añicos el peroné de Miguel Rubio. Ni Boyé ni los futbolistas de Osasuna parecieron ir a hacer daño en ninguna de sus acciones, pero solo el del Granada acabó expulsado.
La consecuencia de todo esto fue que el Granada volvió a perder, por sexta vez ya esta temporada. Los rojiblancos siguen sin ganar fuera de Los Cármenes, donde solo lo hicieron ante el Mallorca, y rompieron así una racha de tres jornadas sin perder que, aunque fuese con empates, les hizo ver cierta mejoría al merecer más que un punto contra Betis y Barcelona en Los Cármenes y levantar tres goles en Almería. Sin embargo, la competición no espera a nadie y el equipo pasará otra jornada en descenso.
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