Otro derbi con derrota y pasado por agua para una afición cada vez más harta
Sin ser un desplazamiento tan masivo como en Córdoba ni acabar con cinco goles en contra, también en el Nuevo Mirandilla hubo reproches de «futbolistas, mercenarios»
Segundo derbi andaluz consecutivo con derrota y pasado por agua para la afición del Granada, cada vez más harta de su equipo. Ni fue un ... desplazamiento tan masivo como el de Córdoba al rondarse los doscientos hinchas por el millar de entonces ni hubo cinco goles en contra sino uno solo, pero también en el Nuevo Mirandilla hubo reproches de «futbolistas, mercenarios».
El duelo comenzó con ánimo conciliador bajo el recuerdo al recientemente fallecido Nico Hidalgo, exfutbolista también del Cádiz, con un minuto de silencio en su memoria al igual que en Los Cármenes y en El Sardinero por el Racing en el que también militó por las dos jornadas anteriores. La presencia del israelí Shon Weissman no pasó desapercibida para el grupo radical de izquierdas 'Brigadas amarillas' al corear «Palestina, libertad» durante buena parte de la segunda mitad, para enfado del delantero rojiblanco, que se encaró con la grada incluso.
Acabó decepcionada, como cada aficionado rojiblanco, Noe de la Higuera. «Llevo al Granada en la sangre», enarboló antes de entrar al Nuevo Mirandilla, orgullosa hija de su padre Manolo, hincha de toda la vida que solía pasear con su coche por la ciudad para fomentar la afluencia a Los Cármenes. Un encuentro con peñas del Portuense durante los tiempos en Segunda B propició su enamoramiento de Paco Guerrero y ahora crían juntos en Cádiz a Ian, cadista a sus cuatro años. «Me alegro por ellos, al menos», se resignó.
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