Los desplazados a Vitoria vuelven a casa: «Repetiremos hacia Miranda»

En la expedición se rumiaban aún tanto el arbitraje de Caparrós Hernández contra el Alavés como el dispositivo policial de la Ertzaintza que amargó buena parte del esfuerzo que hicieron por acompañar al equipo, con más de veinte horas de carretera y 1.500 kilómetros. Sin embargo, exhaustos como estaban, aseguraron que volverían a hacerlo porque están convencidos del ascenso. De hecho, casi todos piensan repetir hacia Miranda del Ebro dentro de dos jornadas. Total, son 60 kilómetros menos.

«Las horas de autobús de la ida se hicieron mucho más amenas y bastante menos pesadas que las de la vuelta, porque vas con la ilusión de ver el partido, pero a pesar de haber dormido al volver fastidia pegarse esta paliza y que te den otra en el campo y no precisamente de fútbol sino por todo lo que influyó el árbitro», expuso Joselu, que viajó con sus amigos. «Repetiría hacia Miranda por el equipo y los futbolistas, porque les veo comprometidos, e iré hasta el final con ellos», subrayó.

Aún le duraba el disgusto por el dispositivo policial de la Ertzaintza a Manuel: «En Vitoria nos trataron como a perros, nos tuvimos que buscar la vida alejados de la mano de Dios aunque nos dijeron que nos iban a dejar en un centro comercial». «En el campo nos trataron bien, salvo el árbitro, pero luego estuvimos solos en una explanada esperando a los autobuses durante una hora y media, sin seguridad… si les llega a dar a sus ultras por venir a por nosotros…», lamentó. «Con una organización mejor, iría a Miranda porque me da igual hacer doce o catorce horas de autobús si hace falta», apuntó.