Homeostasis rojiblanca
El hilo ·
El Granada, un club instalado en el desacierto de sus gestores durante buena parte de su historia reciente, experimentó una alteración en su mediocridad durante el ciclo de Diego MartínezAdrián Argente
Jueves, 4 de septiembre 2025, 17:25
En biología se conoce como homeostasis la capacidad de un organismo para mantener el equilibrio interno frente a cambios externos, lo que consigue mediante mecanismos ... de autorregulación. Esa tendencia al equilibrio también se observa en el fútbol. Un club puede vivir un estímulo que lo eleve por encima de su nivel habitual, pero si no dispone de estructuras que sostengan ese impulso, el sistema acaba regresando a su estado natural.
El Granada, un club instalado en el desacierto de sus gestores durante buena parte de su historia reciente, experimentó una alteración en su mediocridad durante el ciclo de Diego Martínez. La inercia extraordinaria del EuroGranada trasladó al club a una dimensión inesperada. Durante un tiempo, esa dinámica lo sostuvo en un estado superior al que le correspondía por presupuesto, plantilla y fortaleza institucional. Los futbolistas rojiblancos multiplicaron su rendimiento, explorando los límites de lo posible, y la ciudad encontró en el equipo un motivo de pertenencia. Esa etapa mantuvo vivo el atractivo de la entidad, capaz de atraer entrenadores y jugadores que veían el Granada como un buen lugar para desarrollarse. Pero una vez agotado ese estímulo, la homeostasis actuó. La pérdida de su referente, la desorientación de la propiedad y el desgaste de la directiva han devuelto al club a un estado frágil, quizás el más inestable desde que regresó al fútbol profesional.
Hundido en Segunda, sin puntos, sin director deportivo y sin una plantilla acorde a un descendido de segundo año, este golpe de realidad es la consecuencia de esa vuelta del equipo al nivel que marca su propiedad. El escritor Peter Drucker advertía que «la estructura equivocada es una garantía de fracaso». Esa reflexión explica la situación actual: sin una fuerza capaz de alterar el equilibrio, todo sistema regresa a su estado natural.
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