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STEVE ALLEN
Relatos de verano

Vuelvo a abrir el libro

rafael jiménez torres

Martes, 24 de agosto 2021, 00:02

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Vuelvo a abrir el libro. Dicen que sus páginas están vacías, como mi cabeza, que no hay nada escrito porque todo es mentira, vacuidad. Corrijo ... la página catorce, encuentro en ella los recuerdos de la lucidez de ellos. Recuerdo que cuando daba clases en un centro oscuro, de ladrillos y 'graffiti' pompeyanos, alguien decía ya que Pedro, Pedro el Cruel, no sé el porqué todavía de ello, caminaba solo por los pasillos, hablaba y examinaba las tuberías, las blancas y las rojas que recorrían el vientre del edificio. No es así, es cierto que ellas me hablaban de las mentiras, rumores, veleidades y pedos que los demás hacían, sentían. Hice por entonces un estudio de campo, reflexiones de arqueólogo de insectos petrificados en sus miedos y anhelos más superficiales. Mis alumnos eran mosquitos, mariquitas de brillantes colores que pululaban abriendo sus alas en busca de cualquier fruta podrida. Nunca estudié entomología pero he de revelar que me convertí en ferviente admirador del mundo natural y de sus criaturas. De otro lado, equilibrio de lo contrario, cara y cruz, alquimia del Uno, mis compañeros, felones y acomodaticios en esa sala de aguas estancadas y libros jamás abiertos y mandados por el Ministerio. Al principio me saludaban, era un caballero andante entre cíclopes, no de molinos sino de su propio canibalismo. Yo era vigía de todo ello, caminante de una calzada romana que nadie recordaba, monumento a la desesperación. Me llamo Pedro y los crueles son ellos porque jamás entendieron que los distintos planos de las realidades se mezclan en las almas más conspicuas y bacantes del dios desconocido.

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