La capital se llena de coches en una movilización a motor contra la «falta de seguridad» en las aulas

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«Es nuestra forma de mostrar que estamos hartos. Que no es justo que en cualquier otro sitio no se permita que haya más de diez personas juntas y a nuestros hijos los metan en aulas con 25 niños o más», explica Mari Carmen, una de las madres que han acudido a la movilización convocada por la Federación de asociaciones de madres y padres FAMPA Alhambra para pedir a Educación una bajada de ratios, más profesorado para poder desdoblar grupos y una mayor seguridad en más aulas.

Ante el temor de que una manifestación presencial supusiera la aparición de contagios entre los participantes, Fampa Alhambra decidió hacer una «movilización diferente» con la participación de la comunidad educativa, pero desde sus propios vehículos. De ese modo, más de un centenar de familias y docentes acudieron con su coche, su bicicleta o su moto para sumarse a la caravana reivindicativa que salió a las seis y cuarto de la tarde de Joaquina Eguaras y no llegó hasta Recogidas, su destino final, hasta más de una hora después.

Este recorrido les llevó a inundad de vehículos calles como Gran Vís de Colón o Reyes Católicos, que fueron cortadas en dirección Recogidas para evitar posibles problemas de movilidad durante la manifestación. Tal y como explicaron a este periódico fuentes de la Policía Local, no se han producido incidentes destacados durante la marcha.

«A mi me gusta mucho ir a clase, pero ir con la mascarilla es un rollo porque no veo las caras ni escucho bien a los maestros», explica Álvaro, estudiante de Primaria, durante la manifestación. Para su madre, Ana, es importante que la comunidad educativa muestre su descontento por «la falta de seguridad». «No hay distancia suficiente y tenemos miedo de que los niños se contagien y, después de ellos, todos nosotros. Por eso necesitamos soluciones eficaces», aseguran.