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Voluntarios sacan 300 kilos de basura del cortijo de los Cipreses para realzar su valor
Vecinos y miembros de una plataforma para salvar la casería, reivindican que se recupere el edificio para acoger un centro social
Laura Ubago
Granada
Domingo, 19 de febrero 2023, 15:52
Desde el cortijo de los Cipreses, una antigua casa labriega abandonada en el Norte de la ciudad, se divisa el mercadillo de Almanjáyar y los ... bloques aún sin terminar de Albayda. El domingo transcurre tranquilo en este solar en barbecho con un edificio lleno de grafitis, con las ventanas arrancadas y la puerta tapiada con una madera. Los vecinos han quedado para limpiar la finca y resalzar su valor. También para reivindicar sus recuperación. Quieren que en lugar de una casería sin vida y fantasmagórica sea un centro social, con biblioteca, ludoteca o huertos sociales.
Organizados por la asociación de vecinos de Nueva Cartuja y la plataforma para salvar la Casería de los Cipreses, el batallón de limpieza recorre el solar en busca de basura. «Desde que adquirió estos terrenos el Ayuntamiento hace ya diez años, tanto el edificio como el solar no han hecho más que deteriorarse porque están abandonados», se queja Rogelio Nogales, que fundó la plataforma para rescatar el cortijo, harto de ver cómo se convertía casi en un estercolero.
David Rovira, vocal de medio ambiente de la asociación de vecinos de Nueva Cartuja no para de recoger basura, con sus guantes puestos. «Somos voluntarios pero nos gusta eso, ayudar al mantenimiento del cortijo». La casería está enclavada en un solar expedito que tiene en sus alrededores viales construidos y postes que en un futuro serán farolas.
El Ayuntamiento tiene un proyecto para el cortijo de los Cipreses. Será parte del anillo verde que allí se construirá. De construir tiene poco porque más bien será plantar árboles para crear un pulmón verde para la zona Norte de la ciudad. Pero desde la asociación y la plataforma piden premura. Que se haga algo cuanto antes, sobre todo con el edificio, que está protegido, y que serviría de lugar de esparcimiento para los vecinos de los tres barrios que constituyen la periferia del cortijo.
Según calcula David Rovira, cuando llevan poco más de una hora recogiendo, llevan ya 300 kilos de basura que serán muchos más cuando acabe la mañana. Tanto él como Rogelio Nogales comentan que los vecinos que viven dentro del cortijo, que okupan la vivienda, les han dado las gracias por retirar los desperdicios que hay desperdigados por la parcela. A ellos no les gusta que se demonicen a estos okupas, es más, consideran que así el edificio está mejor cuidado y a salvo del vandalismo más brutal que ha azotado en otros momentos a la casa.
Huertos y biblioteca
Entre la basura aparecen trozos de inodoro, una tele de tubo, una maleta roja con tamaño de cabina y ropa abandonada. «Queremos que este sea un punto de encuentro para estos barrios, con huertos sociales, con ludoteca para los niños», expresan Rogelio y David. Sobre todo, los residentes de la zona piden que el edificio se convierta en una gran biblioteca ya que no hay ninguna por allí.
El proyecto que por ahora se conoce para el cortijo es un nuevo sumidero de CO2. Es decir expandir el modelo impulsado en Lancha del Genil, donde llevan desde 2020 colaborando con la Fundación Plant-for-the-planet para propiciar un 'pulmón verde' con más de 7.000 árboles.
Las dos asociaciones que han participado en la limpieza organizan un gran encuentro social en el cortijo de los Cipreses para el mes de marzo. Todo por conseguir realzar su valor y que pueda convertirse en un espacio de expansión para esa confluencia de barrios del Norte de la ciudad.
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