«Yo vivo con miedo; se acuestan a dormir con un canuto y pasa lo que pasa»

Manuel Ortiz, vecino del barrio y regente de la pensión Alfín y de una cafetería en la misma calle, se encontraba preparando café cuando han llegado los municipales. «La ventana estaba empañada por el frío y no veía nada, pero cuando he oído las sirenas he salido corriendo. Había mucho humo. Llamas, llamas, llamas...», cuenta el hombre.

Acto seguido, Manuel se ha acercado a su casa, unos metros más arriba, para avisar a sus vecinos. «Estaba todo el mundo muy nervioso. Yo vivo con miedo -asegura-. Se acuestan a dormir con un canuto y luego pasa lo que pasa».

Junto a la cafetería de Manuel, en la Pensión Landazuri, Elisa Ortiz, que vive y trabaja en este establecimiento, dice haberse despertado «muy asustada». «De repente hemos oído muchísimo ruido. Hemos subido a la azotea y hemos visto la casa ardiendo...», explica.

Tanto ella como los demás han temido por el bosque, pero los bomberos «han actuado muy rápido». «Enseguida han puesto el riego por aspersión. Seguía habiendo mucho humo, pero nos hemos quedado más tranquilos al ver que lo tenían controlado», señala Elisa, aliviada.

Algunos vecinos creen que la casa incendiada es propiedad del Patronato de la Alhambra por encontrarse dentro del recinto, pero lo que sí es seguro es que se encuentra «en completo estado de abandono». «Está en peligro de serio derrumbe. Deberían sanearla, por estética y por seguridad. Ellos mismos han propiciado que esto ocurra», afirman.

Al parecer, no es la primera vez que esta vivienda da problemas a los vecinos, que se quejan de que durante el verano «es una fiesta contínua». Los okupas están a la orden del día en este barrio.

Lo mismo ocurre con la casa de al lado, de cuatro plantas, que está llena. Según cuenta María Fernández, que vive justo enfrente, lleva okupada ya seis años y en cuanto llega el buen tiempo «todo es botellón, botellón y más botellón».

«Algunas son casas viejas, pero esta de al lado está reformada, con suelo de parqué y vistas a la Alhambra. Qué más quieren...», comenta María, que está «cansada» de los perros, el ruido y la suciedad.

Los bomberos, que continúan trabajando en el inmueble afectado, han accedido al lugar de los hechos a pie debido a la dificultad de la zona, que ha impedido el paso de los vehículos de extinción de incendios. En principio, el suceso no ha afectado a más viviendas y no ha habido heridos.