Una victoria soñada por pequeños locutores

El aula de radio del colegio nació de pequeñas peticiones. Cada cuatro años, la comunidad de aprendizaje pide a sus alumnos que dejen sus sueños escritos, para que el centro educativo pueda hacerlos realidad. «A veces piden una piscina, pero esto sí se pudo hacer realidad», confiesa Medina sonriente. En este caso, la mayoría de los alumnos sugirió un aula de radio y, ahora, ven su sueño hecho realidad. La mesa es colorida y no le falta detalle. Parecen casi estar en un estudio de profesionales. Pero, en realidad, ellos ya lo son.

«Esta es la vida del artista», les comenta su profesora mientras posan para la foto. Mantenerse en calma -a pesar de que esta vez son menos- parece imposible. Bromas, risas, murmullos y poco silencio, pero están en el lugar adecuado. Julia Pérez, con el brillo de quien ya se imagina el futuro, lo tiene claro: «De mayor quiero ser bibliotecaria o periodista». Y lo dice con la seguridad de quien ya lleva el micrófono en la mano. Habla sin pausa, con una voz que parece salida de un estudio de radio. Aunque Elia Michel, Kahilé Anthony y Jimena Coella, que la acompañan alrededor de la mesa, no pretenden ser locutores, saben que cuentan con las cualidades para hacerlo.

Lo que iba a ser un documental sobre la Revolución Francesa, se convirtió en un frenético podcast -realizado con la ayuda de la AMPA del colegio- llamado `RevolucionArte: Voces y Vértigos de 1789'. Cuando la tutora se enteró de que había un concurso, no dudó en proponerlo a su clase que respondió de la mejor forma posible. Se ensayó durante dos semanas de forma continua. «¡Todos los días!», comenta Kahilé fingiendo un cansancio rebelde. Disfrutaban a lo grande y, ahora, celebran las nuevas iniciativas que los sacan de clase. Crearon un guion, pensaron en la música o efectos de sonido que querían añadir, aprendieron historia, entrevistaron, interpretaron un papel y se divirtieron durante todo el proceso. Después de todo el trabajo, necesitaban unas vacaciones. Un viaje de fin de curso que cerraba una etapa e inauguraba la siguiente. Esta escapada a la Sierra de Cazorla llevaba un guion abierto, de esos que se terminan improvisando y que quedan mucho mejor de lo que se esperaba. Entre naturaleza, actividades y jaleo -mucho-, Mayte Medina recibió un mensaje que le hizo frotarse los ojos más de una vez. Entre 400 opciones, fueron los ganadores del concurso nacional de podcast escolar de RNE.

Medina se apresuró y se acercó hacia donde estaban todos sus alumnos. «¡Qué hemos ganado el concurso!», gritó sin la necesidad de utilizar un micrófono. «Estábamos en las tirolinas y todos empezamos a gritar», explica Julia ante las sonrisas de sus otros compañeros. «Ha sido un premio al trabajo, al que llevamos haciendo todo el año. Ha sido una despedida muy bonita», señala la tutora.

La emisión de estos alumnos de sexto de primaria ya ha llegado a su fin. «Devolvemos nuestra conexión a los estudios de radio en Granada», sentenciaron en su podcast. La música cae progresivamente y el silencio -a veces difícil de conseguir entre ellos- reina en la sala. Mayte Medina coge aire y en sus ojos brota el cariño con el que los ha tratado durante dos años. «Me siento muy orgullosa de cada uno de ellos. Han entrado en lo que había en mi cabeza y han sabido llevarlo a cabo con respeto, con cariño y con ilusión», dice emocionada.

Dentro del cuadro imaginario que crearon para el contenido de su podcast, queda su foto. La de los alumnos de sexto de primaria del CEIP Gómez Moreno alzando sus micrófonos. Los que utilizaron para hablar con libertad, contar una historia con ilusión y disfrutar en comunidad. Ahora son conscientes de que un proyecto escolar se convirtió en un sueño hecho realidad. «No solo hemos ganado un premio, sino que también nos lo hemos pasado bien y hemos disfrutado», sentencia Jimena Coello.