Granada y Málaga, a una hora y diez minutos en tren directo por primera vez

El servicio inaugural llegó a Málaga con trabajadoras universitarias y amantes del tren y regresó a Granada con más de medio centenar de turistas extranjeros. Hoy subirán al tren Avant 150 viajeros, entre las cuatro relaciones que ya están disponibles en las ventanillas físicas y virtuales de Renfe: los trenes parten de Granada a las 7.40 y las 18.50 y desde Málaga a las 9.25 y 20.25. El trayecto dura una hora y diez minutos. La línea tiene capacidad para mover a 6.600 viajeros por semana en esta primera fase. La cifra se ampliará cuando Renfe empiece a ofrecer un tren más en cada sentido, tal y como está previsto en el contrato de obligación de servicio público.

En Andaluces, que estrenó servicios de alta velocidad en el verano de 2019, las rutinas ya están asentadas. Veinte minutos antes de la salida comenzó la inspección de equipajes, sometidos al habitual escaneo antes de la entrada al andén, y pasajeros, que tuvieron que atravesar el arco de seguridad una vez depositados los objetos métalicos. Luego, en un andén gélido, tuvieron que mostrar el código del billete en la caseta. El proceso fue ágil:restando a los medios de comunicación, el primer servicio movió solo a 24 viajeros.

El tren Granada-Málaga de primera hora –al filo del amanecer– partió puntual del andén número cinco de la estación de Andaluces, una terminal que empieza a funcionar a máxima capacidad tras el estreno del nuevo trayecto y la recuperación, también hoy, el tercer servicio diario con Madrid.

Por la vía rodaron cuatro vagones de Renfe que atravesaron la cicatriz ferroviaria de la capital ganando impulso hasta lograr velocidad –el tope es de 250 por hora– de camino a Loja. En uno de los coches viajaron Elena y Clara. Elena es granadina, trabaja en la Universidad, viaja a Málaga por motivos laborales y utilizará habitualmente la conexión. «Suelo viajar en autobús y me ahorrará media hora de viaje, en bus tardaba una hora y 45, además puedo ir trabajando», contaba, mientras sujetaba las notas en el asiento.

La parrilla de horarios fijada por Renfe permite pasar el día en Málaga y regresar por la noche, y facilita el flujo de visitantes con origen o destino en el aeropuerto Málaga-Costa del Sol. Es el caso de Clara, que ha pasado por la Universidad de Granada unos días e iba de regreso. «Voy hacia Holanda. El Avant es lo más rápido y de precio no estaba mal. En la estación a la que llegamos hay un metro o un tram que llega al aeropuerto y son diez minutos», relató.

Los viajeros del Avant no disponen de servicio de cafetería, como sí sucede en el AVE. Tampoco hay enchufes, aunque Renfe trabaja para instalarlos en cada uno de los asientos en todas las relaciones de Avant. Los aseos están ubicados en los extremos de cada uno de los coches.

Algo después de las ocho, en apenas veinte minutos, el tren hizo parada en Loja, durante dos minutos, sin movimiento de pasajeros. No hay indicador de velocidad en el interior de los vagones, pero es fácil percibir el 'frenazo' en el entorno del municipio granadino. La variante de Loja permitirá ahorrar alrededor de un cuarto de hora de viaje, pero hasta entonces –la previsión más optimista es 2026– los convoyes tendrán que reducir ritmo para atravesar las viejas infraestructuras.

Del paso por Loja, de las bifurcaciones, de las líneas que interponen sus caminos, de la propia variante, hizo una buena galería de fotos Francisco García, miembro de los Amigos del Ferrocarril que, cámara al cuello, vivió el viaje inaugural. «Tiene que haber más circulaciones y ajustar un poco más el precio, porque por ahora es más barato ir a Málaga en coche, pese al precio de la gasolina», opinaba.

Tras el paso por Loja, las ruedas del Avant se deslizaron, por primera vez con pasajeros a bordo, por la variante de Gobantes. Este atajo permite disminuir en 20 minutos el tiempo de viaje, puesto que los trenes no tienen que 'subir' a Antequera Santa Ana para luego regresar, en sentido inverso –con cambio a la cabina al otro lado del convoy– hacia Antequera ciudad. Cuando la nueva estación abra al público –las obras han acabado, faltan remates técnicos y administrativos–, los trenes también harán parada aquí.

A las 8.52 minutos, según lo previsto, el tren se detuvo en el andén tres de María Zambrano. El primer viaje comercial directo entre Granada y Málaga ya era historia.

De vuelta, el tren de las 9.25 iba prácticamente lleno entre periodistas, representantes institucionales y unos 60 turistas. Los extranjeros, mochila al hombro, han venido a pasar el día en Granada. En dos de los asientos, Mario y su pareja, polacos, tecleaban en el móvil. Pasarán sus vacaciones, cuatro semanas, viajando por todo el país, en especial en Andalucía: Sevilla, Cádiz, Málaga y Granada. No tenían ni idea de que era el viaje inaugural. Como el resto del pasaje, iban ataviados solo con mochila: tenían como objetivo echar el día en Granada, visitar la Alhambra, y regresar en el último Avant de la noche

A las 10.39, también según el horario previsto, el tren que completó el primer ciclo de ida y vuelta Granada-Málaga entró en la estación de Andaluces.