La veterinaria de Granada que da un hogar a animales discapacitados que nadie quiere
Cristina Fernández recoge caballos, ponis, burros, perros y otros animales y los cuida en sel refugio Sueños del Temple
Antonio Arenas
Viernes, 12 de enero 2024, 00:55
Cristina Fernández es veterinaria de profesión, afincada en Ventas de Huelma, donde ha montado un refugio de animales al que ha puesto de nombre Sueños ... del Temple. Acudió a la Feria del Ganado, celebrada por primera vez en junio pasado, con el doble objetivo de recuperar esta tradición perdida durante más de medio siglo y conseguir fondos para sus animales, la mayoría desahuciados por edad o enfermedad, a los que cuida amorosamente en unas fincas alquiladas, muy próximas a la localidad, situadas en la Vereda de los Leñadores de la Costa.
Su especialización en caballos y el hecho de ser la propietaria de una yegua, de nombre Imperio, están en el germen de este precioso proyecto que, poco a poco, ha ido creciendo, primero con équidos, luego con canes, gatos, gansos, gallinas e incluso una perdiz y un conejo. De todos sabe su historia, que cuenta mientras los va mostrando, con la satisfacción de quien es consciente de que les está dando una vida más llevadera.
Junto a sus dos ponis, Perlita y Alfa, explica su proyecto. «Esta historia surgió sin pensarlo. Tengo un caballo desde hace mucho tiempo y cuando me vine a vivir a este pueblo me lo traje. Claro, estaba solo y a mí no me gustaba. Entonces me enteré de que esta poni se había roto una mano y la querían sacrificar. La estuve viendo y vi que podía osificar bien y me la quedé. A raíz de ahí comenzó a correrse la voz y ya me metí en el lío este», explica mientras sonríe y acaricia sus crines.
Historias con final feliz
De Alfa explica que está totalmente ciego, por lo que al principio se chocaba con todo, pero ahora ya conoce el terreno y cuenta con Perlita como inseparable lazarillo. El mismo vallado tiene otros dos inquilinos: Sarabi, una perra cruce de mastín que se deja acariciar por su dueña y está en tratamiento por una infección en la zona de la cabeza, y Mozart, otro perro que encontró abandonado en un carril y que, aunque a la gente le da un poco de miedo por su tamaño, «lo único que sabe hacer es ponerse panza arriba para que le rasquen la barriga».
Al otro lado del camino tiene al resto de sus animales. «Esta es la segunda parte de Sueños del Temple, aunque al final se va a convertir en la primera», explica acercándose a los caballos. Su objetivo es que, una vez recuperados, puedan participar en actividades, tal y como hizo en la pasada Cabalgata de Reyes de Ventas de Huelma o en terapias para niños, ya que «los caballos rescatados son especiales».
Después cuenta la historia de Lola, «una yegua buenísima cuyo único defecto físico es que es muy mayor. Por eso la querían sacrificar, pero yo me la traje para acá». También acogió a Opio, un caballo blanco, semental de pura raza española, que está lleno de tumores y al que ya no querían ni para el matadero. De Poetisa cuenta que es otra yegua vieja de 24 años a la que le faltan los dientes; de su jaca Imperio, que es la «culpable» de la existencia del refugio; y de Noa, una yegua salvaje de Sierra Nevada, que estaba preñada cuando cayó por un barranco y se rompió la cadera y una costilla. Pese a ello, parió a su cría, que ahora tiene siete meses.
En una finca colindante que le ha cedido un vecino comen tranquilamente otros nueve equinos. «Ahora mismo, entre caballos, ponis y burros tendré 20 animales», que junto con el resto de animales acogidos han incrementado las necesidades de comida y adecuación de las instalaciones. «Cualquier tipo de ayuda es bienvenida, bien con donaciones o apadrinamientos», para lo que ofrece su email, suenosdeltemple@outlook.com, y su teléfono, 680 84 04 54, para las personas que deseen contactar con ella.
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