La venta de las fábricas de Thielmann y Steelgran genera incertidumbre en Granada

En el caso de Thielmann Portinox, Teka ha llegado a un acuerdo para vender a la empresa fabricante de barriles a la acerera catalana Irestal. Al comité de empresa de Thielmann Portinox le han comunicado la existencia de un preacuerdo y el medio El Economista, citando fuentes del mercado, ha anunciado a Irestal como la nueva propietaria. Por el momento, ni Thielmann ni Irestal han confirmado la operación ni dado detalles a IDEAL. La compañía Irestal está especializada en la transformación y distribución de acero inoxidable en distintos formatos (placas, bobinas, tubos y barras) a empresas de los sectores alimentario, farmacéutico y químico, y trabaja en varios países de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos.

Desde el comité de empresa de Thielmann Portinox España, con 270 trabajadores entre la plantilla directa y los fijos discontinuos, acogen el cambio de manos con incertidumbre aunque «optimismo moderado», ya que les da garantías que los nuevos dueños sean una empresa española consolidada y del sector, «y no un fondo de inversión con lo que ello conlleva».

«Desde hace más de un año, cuando se publicó que los fondos de inversión olían sangre, estábamos en vilo por la venta, por lo que saber finalmente que la empresa que nos compra es industrial nos da cierta tranquilidad. Hay que ver los planes que traen, estamos expectantes pero podemos hablar de un optimismo moderado», esgrime el presidente del comité de Thielmann y secretario de organización de UGT-FICA Granada, Juan Bayo. La compañía fabricó el pasado año en su planta de Granada más de 600.000 barriles de acero inoxidable.

En el caso de Steelgran, que se desagregó de Thielman en 2019, la incertidumbre es mayor. El pasado verano el Grupo Teka acordó transferir al gigante chino Midea toda la división Teka Industrial, a la que pertenecen la fábrica granadina, donde se hacen las campanas decorativas, además de otras tres plantas que concentran el mayor volumen de negocio: las de Santander, donde se fabrican fregaderos, la de Zaragoza, que hace los hornos, y la de Portugal, microondas y placas. «Por el momento seguimos siendo Teka, hasta que nos intervenga la nueva empresa y se culmine la operación con el visto bueno de las autoridades de la competencia de los países en los que opera. Los directivos nos han trasladado un mensaje de tranquilidad, pero la incertidumbre es inevitable. Confiamos en que la marca quiera abrir mercado en Europa y su idea sea esa», valora el presidente del comité de Steelgran, Javier Trapero.

La industria cuenta con medio centenar de profesionales con mucha experiencia y antigüedad y el temor a una posible deslocalización está ahí. De la fábrica granadina salen unas siete mil campanas decorativas mensuales que se exportan a todo el mundo.