Se venden conventos en el barrio del Realejo con permiso del Papa
Una empresa granadina ha adquirido ya el histórico inmueble de Las Vistillas y el de Santa Catalina tiene varias ofertas, a la espera de que se defina si podría ser un hotel o residencia
Se venden conventos en el Realejo. No hay carteles oficiales que lo anuncien, pero dos de los emblemáticos edificios religiosos del barrio granadino que atesoran ... más de 500 años de historia, los conventos de Las Vistillas y el de Santa Catalina, van camino de iniciar una nueva vida en manos privadas. El primero, en la calle Molinos, se cerró a principios del año 2018 y el segundo, en la Cuesta del Realejo, en junio de ese mismo año. A falta de nuevas vocaciones religiosas, la inversión privada ha puesto sus ojos en estos valiosos inmuebles que despiertan un gran interés, en la línea de la tendencia mundial de reconvertir conventos en hoteles de lujo.
El popular convento de Las Vistillas de Los Ángeles está ya en manos privadas, según pudo confirmar este periódico. Una conocida empresa granadina ha adquirido el histórico inmueble del final de la calle Molinos del Realejo a la Orden Religiosa de las Franciscanas Clarisas, un proceso que ha requerido que el mismísimo Papa Francisco de el visto bueno a la venta del inmueble.
La nueva propietaria prefiere guardar silencio sobre las intenciones futuras que tienen para el antiguo convento que llevaba vacío veinte meses, desde que el fallecimiento de la abadesa de la orden precipitara su cierre en febrero de 2018. Por entonces ya sólo vivían allí tres religiosas de avanzada edad.
En cuanto al convento de Santa Catalina, propiedad de la Orden de las Dominicas, aún no está vendido pero al edificio no paran de salirle 'novios'. El bufete Ruiz Fuentes Asociados S. L., que representa a la comunidad religiosa, se ha encargado de poner al día la documentación del convento y de gestionar los trámites del acuerdo de la Orden para la venta, que igualmente ha requerido la autorización de la Santa Sede, un permiso especial con el que ya cuentan, según confirma a IDEAL la letrada del bufete Ana María Franco.
«Mucho interés»
«Está generando mucho interés. Potenciales compradores hay, el problema es el uso que permitan darle al edificio», explica la abogada.
Concretamente, según letrada, lo ha visitado un fondo de inversión interesado en transformar el convento de Santa Catalina en una residencia de estudiantes y hasta cinco inversores más han estudiado el inmueble y están valorando las posibilidades de que el Ayuntamiento de Granada permita reconvertirlo en un hotel.
«Un fondo de Almería tiene pendiente la visita en unos días y otra empresa de Granada está haciendo averiguaciones, pero no formalizan la oferta porque no saben si se va a poder convertir en un hotel», apunta la letrada. En todo caso, señala que jurídicamente, la compraventa podría llevarse a cabo con cláusulas resolutivas a espensas de lo que determine el Ayuntamiento de Granada sobre la modificación del uso del suelo.
Lo que no desvela el bufete es la cifra millonaria que se pide por el convento. Desde el Área municipal de Urbanismo, consultada por este periodo, han rehusado valorar si existe la posibilidad de una posible modificación del suelo de estos dos conventos del Realejo, que están calificados como equipamiento religioso por el Plan Centro y con qué ojos verían este cambio.
El precedente
Sí existen precedentes de casos similares. El pasado mes de septiembre la junta de gobierno municipal tumbaba, por segunda vez, el proyecto para convertir el convento de San Bernardo en el barrio del Albaicín en un hotel de lujo. Se rechazaba así una innovación del PEPRI Albaicín, la normativa que regula a nivel urbanístico el barrio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que pretendía cambiar el uso del inmueble del monasterio a residencial singular y convertir parte del equipamiento de culto religioso a cultural con carácter privado. El argumento para negar el cambio fue que la normativa imponía una decisión general sobre todos los conventos del barrio del Albaicín y no sólo sobre este en particular.
«Recuperarlos sería positivo para todos»
El convento de Santa Catalina, fundado en 1.514, se ubica en una parcela de cuatro mil metros, con pequeñas casas dentro, dominando el Realejo alto. Por la cuesta del Realejo tiene dos plantas y por la de Santa Catalina alcanza hasta cinco. Al igual que el de las Vistillas figuran en el catálogo de patrimonio histórico de la Junta pero no tienen especial protección. «Es una ubicación ideal para trasformarlo en hotel. En Granada tenemos el ejemplo del convento de Santa Paula», esgrime la letrada que representa a la orden propietaria. En el barrio, los vecinos también verían con buenos ojos la nueva vida de sus conventos, según el presidente de la Asociación vecinal del Realejo, Alejandro Corral Labella. «Nos gustaría que se convirtieran en centros para el barrio, pero eso no es realista. Los edificios se deterioran y parece que los nuevos usos tienen que llegar de la mano de la inversión privada, un uso como residencias, por ejemplo, sería positivo para todos», esgrime.
Entonces el concejal de Urbanismo, el popular Luis González, no se cerró a otros cambios en un futuro. El edil repite ahora para el tema de los conventos del Realejo las declaraciones que realizó entonces sobre el Albaicín: «Antes de que un patrimonio se deteriore, es importante buscar soluciones dentro de la ley y de manera consensuada con la propiedad, la Junta y el Ayuntamiento».
«Yo creo que es una situación totalmente diferente a la del Albaicín, tiene otro plan de protección y en este caso se podría hacer algo rentable para el barrio y la ciudad. Deberían impulsar una norma para toda Granada, incluso se impone una solución a nivel autonómico. Hay 200 ciudades en Andalucía con conventos cerrados, edificios que corren riesgo de deteriorarse o de ser ocupados», esgrime por su parte la letrada que representa a la orden propietaria del convento de Santa Catalina.
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