Los vecinos de San Miguel reclaman soluciones para frenar los incendios
Afirman que es habitual que se reúnan grupos de personas a beber y que todavía se producen acampadas en la zona que provocan riesgos
En 2022 un fuego en el cerro de San Miguel amenazó la Abadía del Sacromonte y arrasó con 172 hectáreas. Se detuvo a dos personas, ... una pareja que había acampado en la zona y había hecho una barbacoa. Aquel incendio fue complejo, los efectos aún se pueden ver y los vecinos no lo han olvidado. Pero que en esta zona se propague el fuego, desgraciadamente no es algo excepcional. El último incendio se produjo este mismo sábado. Se inició poco antes de las siete de la tarde en la ladera de abajo del templo y se extendió barranco abajo, donde existe bastante vegetación seca. La noticia se propagó rápidamente a través de los grupos de WhatsApp de los vecinos de la zona, que piden medidas para paliar esta situación. Las llamas en San Miguel parecen la historia de nunca acabar.
Los efectos del fuego de este fin de semana son todavía muy evidentes. El olor a quemado sigue siendo intenso y el negro lo cubre todo. Un turista que paseaba ayer por la zona se preguntó qué ha pasado al asomarse a un entorno que ofrece una espectacular vista de la Alhambra. Paseando entre los rastrojos se encuentran numerosas botellas de cerveza, latas y restos de plásticos. Es evidente que en ese espacio se reúnen grupos para beber. Algo que confirman los residentes de las casas cercanas. En mitad de lo quemado, se que ha quedado intacta una cueva, aparentemente habitada, que se encuentra literalmente en el centro del lugar del incendio.
Ayer era difícil a residentes por la calle por la mañana. El calor aprieta y el paseo no es del todo agradable hasta que baja el sol. Pero Miguel Ángel, que acababa de volver de sus vacaciones, explicó que están habituados que se den estas circunstancias. No estaba en casa el día del fuego, pero se enteró rápidamente por los mensajes que enviaron en los grupos de WhatsApp. Reconoció que los residentes en las casas situadas a pocos metros del lugar donde se produjo el fuego, sienten temor cuando se inicia un incendio, porque la sequedad y el calor hacen que sea muy fácil que se propague.
La zona está muy seca y es muy fácil que arda. Este vecino, afirmó que ahora no hay tantos problemas de acampadas como hace algún tiempo, especialmente a raíz del COVID, pero que sigue habiendo grupos que se reúnen a beber. El mirador cercano se ha puesto de moda, indicó, y eso hace que el tránsito de gente sea más que hace unos años.
Federico también es vecino de la zona. Él aseguró en declaraciones a IDEAL que a pesar de las medidas que se tomaron contra las acampadas, sigue habiendo gente que se queda en la zona. «En uno de los grupos de WhatsApp, un vecino dijo que una hora antes del fuego había dos personas intentando hacer una barbacoa», indicó en referencia al fuego del pasado fin de semana. El peligro de esta práctica en una zona de vegetación seca en plena ola de calor es evidente.
Este vecino dijo que han pedido al Ayuntamiento que adopte medidas, pero apuntó que «no hacen lo suficiente». Consideró que hace falta que se desbroce más la zona o que en la parte de bosque se eliminen algunos de los árboles caídos. La falta de humedad provoca que sea muy fácil que se extiendan las llamas. Precisó, además, que aunque hay una señal de tráfico en la que se indica que sólo se permite el paso a vehículos autorizados, la realidad es que mucha gente se salta la restricción y que uno de los pivotes que impedía la entrada de caravanas está roto y no se ha repuesto, por lo que ellos mismos han puesto piedras. «Granada es muy permisiva para algunas cosas», lamentó Federico, que aseguró que si se sancionara a los que incumplen las restricciones se solucionaría gran parte del problema. Además, criticó que «la zona está muy descuidada» y que muchas veces son los propios vecinos son los que se encargan de limpiar la vegetación.
Los vecinos confían en que no vuelva a repetirse otro fuego como el del fin de semana. En el incendio intervinieron Bomberos de Granada e Infoca que lograron extinguir las llamas con rapidez. Sobre el terreno también hubo efectivos la Policía Local y miembros de Protección Civil.
Fuentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado informaron a IDEAL de que se buscaba a dos personas que podrían ser los responsables de inicio de las llamas y se investigaba si ha sido fruto de una negligencia o intencionado. Aunque de momento no está confirmado si se ha producido alguna detención.
Una de las zonas urbanas de riesgo en el plan de incendios
El Ayuntamiento de Granada tiene delimitadas las zonas urbanas en las que hay riesgo de incendio forestal en la capital. Más de 23.000 personas residen en alguno de estos puntos. Uno de ellos es la ladera de San Miguel y los cármenes de la misma zona. También el Fargue; la carretera de Murcia o el Sacromonte. En total son diez, y en el plan municipal se detallan las viviendas que hay o las carreteras para evacuar a los habitantes. Desde Protección Civil afirman que la clave es la prevención. San Miguel es una de esas zonas en las que casi cada año hay un fuego, a pesar de los esfuerzos para frenarlos.
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