Los vecinos quieren más árboles para dejar de vivir en una 'isla de calor'
La asociación ha presentado un estudio sobre las zonas verdes para entrar en el plan de renaturalización de parques impulsado por el Ayuntamiento
La asociación de vecinos de Albayda sigue con ganas de reivindicar 25 años después. A lo largo de estas más de dos décadas han logrado ... mejorar el barrio a través de sus peticiones. Desde poner nombre a calles que no lo tenía hasta la instalación de semáforos o la apertura de un nuevo colegio o la llegada del autobús. Aunque el barrio ha mejorado mucho, todavía hay cosas por hacer. Una de sus últimas reclamaciones es contar con más espacios verdes. La entidad quiere participar en el plan de renaturalización de parques del Ayuntamiento y para ello ha hecho un estudio detallado de lo que consideran que es necesario cambiar. Quieren más verde y más sombra entre tanto edificio.
Explican que hay falta de árboles en la calle y aseguran que por las características del barrio el efecto isla de calor se amplifica.
En su análisis de la situación han detectado que hay al menos medio centenar de alcorques vacíos; es decir, hoyos donde tendría que haber árboles pero de los que no sale ninguno. Asimismo, apuntan que hay un gran número de árboles deteriorados por alguna enfermedad o por falta de agua. Al menos 30, según su análisis.
La permeabilidad del suelo, indican, es baja y la mayoría de los parques, incluido el bulevar de Federico García Lorca tienen poca cubierta arbórea. En el camino entre la estación de autobuses y el barrio también hay poca cobertura, según los vecinos. Y cierto es que cualquiera que haga el paseo puede comprobar que es complicado encontrar una sombra.
Los pocos árboles que hay, lamentan, tampoco están muy bien colocados y se encuentran muy distantes entre ellos.
Lo que quieren los residentes de Albayda es un corredor verde que haga efecto de isla bioclimática en el barrio. Un pulmón que haga más agradable salir a dar un paseo cuando aprieta el calor. Asimismo, proponen que se repongan los árboles que faltan en los alcorques vacíos y que se sustituyan los que están deteriorados. La plantación de árboles de gran porte o remodelar los viales de las calles Juventudes Musicales y Náyades para tener más espacio verde frente a carriles que consideran que están infrautilizados.
En definitiva quieren un barrio más vivo, más pegado a la naturaleza, que sea un espacio más amable para los vecinos.
La asociación, que a pesar de ser mucho más joven que otras de la ciudad ha tenido una actividad importante de sus inicios, acude a las juntas de distrito de Beiro para dar sus peticiones. En los comienzos, no estaba tan claro el distrito, porque Albayda está rodeada por tres distritos, Norte, Beiro y Chana. A través de sus redes o en su sede recogen las necesidades que les transmiten los vecinos para analizarlas y trasladarlas a las juntas. Animan a todos los residentes a formar parte de la entidad, porque consideran que es importante que haya representantes de diferentes generaciones y de todos los puntos del barrio, porque las necesidades son muchas veces distintas.
A lo largo de estas tres décadas, la asociación ha trabajado de manera incesante para construir un barrio con identidad propia. Durante muchos de esos años, Carmen Muñoz, tristemente fallecida hace unos meses, estuvo al frente de este grupo de granadinos afanados por convertir aquellas calles por las que no pasaba nadie, en un lugar en el que cualquiera quisiera vivir. Sin duda han conseguido, de la mano de diferentes administraciones, que Albayda sea un sitio reconocido por todos los granadinos y que muchos han elegido para que sea su hogar. El penúltimo barrio el levantarse en Granada tiene mucho del esfuerzo de unos vecinos que nunca han cejado en su empeño. Ni tienen pensado hacerlo.
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