Vecinos de Pajaritos denuncian el «estruendo» que hace de madrugada el Talgo a Madrid
Renfe asegura que el ruido entra dentro de la normalidad y aconseja a los demandantes que pidan al Ayuntamiento que realice una medición
A finales del pasado mes de noviembre, Granada recuperaba uno de los reclamos que llevaban abanderando por las calles de toda la provincia, sobre todo ... de la capital, miles de ciudadanos: los trenes volvía a circular por el territorio nazarí. Tras más de 1.300 días de desconexión ferroviaria, la ciudad volvía a estar conectada con Madrid por la vía de Moreda con un Talgo que sale diariamente desde Granada a las 07.35 horas.
Los vecinos de la barriada de Pajaritos, como la totalidad de los granadinos, se alegraron enormemente de que su localidad volviera a contar con este servicio. Pero, con el paso de los meses y el desplazamiento de estos trenes, la alegría se les empieza a agotar. El origen: el ruido que este Talgo está provocando.
Durante toda la noche, desde que llega la máquina para descansar de su viaje hasta que vuelve a ponerse en funcionamiento, un sonido constante se mete en sus oídos y no se desprende de sus cerebros. «No sabemos si es porque las locomotoras están obsoletas o si hay otro motivo, pero en ningún momento se apaga la máquina, está en funcionamiento durante toda la noche con un ronroneo constante. No es un sonido fuerte, pero es incesante y permanente. Es un 'glin, glin' que al final te acaba atravesando al cabeza».
Guillermo es uno de los vecinos de la calle Gorrión que sufren diariamente los ruidos consecuentes de que Granada vuelva a tener tren. Con su gran ventanal que da justo a las vías del ferrocarril, se ha convertido en un controlador de trenes involuntario. Sabe perfectamente cuándo sale cada tren y a qué hora empiezan a calentar motores. Pero no es por gusto o afición, sino porque estos ruidos se han convertido en la melodía que acompaña todas sus mañanas.
Sonido ensordecedor
Tanto para él como para sus más de un centenar de vecinos, el ruido constante que durante la noche provoca la máquina se convierte en un elemento estresante que dificulta su normal descanso. Pero todo empeora cuando el reloj marca las seis y media de la mañana. Es en ese momento cuando la locomotora enciende el motor y se queda arrancado hasta que, finalmente, a las siete y media abandona la estación dirección Madrid. «El 'run, run' de la noche es insoportable por constante, pero es que es encender los motores y el sonido se vuelve ensordecedor. Consigue incluso traspasar los cristales que tenemos, que son aislantes», explica Guillermo.
Todos ellos sabían cuando se mudaron allí que algo de ruido iban a tener que soportar diariamente debido a la cercanía de la infraestructura de transporte. Pero desde noviembre estos «pequeños ruidos» han crecido exponencialmente. Viendo que la situación no cambiaba, tanto Guillermo como Juan de la Cruz, administrador de la comunidad de propietarios –en nombre de los más de cien vecinos de los bloques que rodean la estación– fueron a hablar con los operarios de Adif a preguntar hasta cuándo tendrían que aguantar ese estruendo y a qué se debía: «Lo único que me dijeron es que esperaban que se acabara cuando llegase el AVE y que por ahora lo único que podíamos hacer era elevar una queja al Ayuntamiento de Granada». Y así lo hicieron, sin que por el momento hayan obtenido respuesta. Por su parte, desde el Ayuntamiento se remiten a la información facilitada por Renfe, lo mismo que sucede con Adif. Desde Renfe explican que por el momento no les ha llegado ninguna de las reclamaciones que han puesto los vecinos –puede deberse a que aún no haya llegado al departamento oportuno– y aseguran que no hay ningún ruido anómalo. Este sonido tampoco se debe, según su discurso, a que los trenes estén anticuados, sino que es el ruido de cualquier locomotora. «Si tienen una queja de ruido excesivo, lo que nosotros le aconsejamos es que soliciten una medición al Ayuntamiento de Granada para que se vea si se superan los decibelios, pero aquí hay el mismo ruido que hace cuatro años, cuando iba el tren por Antequera», resaltan.
Desvelados de madrugada
«Tenemos una comunidad de unos ciento y pico vecinos y todos te dicen lo mismo: que a las seis y media de la mañana suena un ruido constante que no les deja dormir. La solución creemos que debe pasar por poner una pantalla que quite el ruido», asegura el administrador.
Francisco está más que acostumbrado ya a escuchar desde su vivienda el traqueteo incesante de los trenes. Afortunadamente, tiene el sueño profundo y puede descansar cada noche. Pero su esposa no tiene tanta suerte. «Mi mujer lo pasa francamente mal porque se levanta todas las noches con el sonido y se ha planteado incluso dormir en otro cuarto para ver si así el ruido es menos audible. Lo peor no es el volumen, es tener un ruido constante, explica Francisco.
A través de su amplio balcón, Juan Luis, al igual que sus vecinos, tiene controlado cada paso del tren. «Es imposible no enterarte de cuándo se enciende el tren y pasa. Ya tenemos claro que el sonido más fuerte va a empezar a partir de las seis y pico de la mañana y que no parará hasta las siete y media. Lo peor llegará cuando venga el verano y queramos abrir las ventanas», comenta. Ninguno de ellos tiene claro cuál es el origen de este sonido, pero Juan Luis asegura que con una pantalla que frenara el ruido se mejoraría la vida de los allí presentes. Además, tanto él como sus vecinos indican que la llegada del AVE podría mejorar esa situación por el mayor silencio de sus vehículos. Por ello, si ya antes clamaban por la llegada de la alta velocidad a la provincia, ahora lo hacen más alto. Tanto como les deje el ruido del Talgo a Madrid.
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