«Donde vayas, te encuentras a algún docente que se ha preparado oposiciones en Tecnoszubia y ha sacado plaza»
Hablamos con profesores y maestros que se han preparado durante el último año en una academia, Tecnoszubia, que ha vuelto a arrasar en las oposiciones de maestros en Andalucía: el 10% de todas las plazas de la comunidad son para sus alumnos
Sábado, 30 de julio 2022, 23:58
Un año más, durante el mes de julio, arden los teléfonos y el correo de los trabajadores de Tecnoszubia. Mientras que muchas de estas ... llamadas y mensajes llegan de personas interesadas en prepararse de manera online o presencial sus oposiciones a partir de septiembre (la oferta es amplia: preparan desde las de maestros y profesores hasta de administrativo o policía local), otras vienen de alumnos que acaban de sacar la plaza y quieren agradecer a sus preparadores el papel que han tenido.
Los alumnos de Tecnoszubia han conseguido en Andalucía 216 plazas en las oposiciones de maestros celebradas este año, un 10% del total. Este dato crece aún más cuando hablamos de aprobados: el 80% de todos los alumnos que se han presentado a estas oposiciones han conseguido aprobar, algo que les permite comenzar a trabajar como interinos. El carrusel de datos que celebra la academia no se queda aquí: más allá de la comunidad andaluza, tienen alumnos que han conseguido plaza en Canarias, Castilla-La Mancha, Navarra o Extremadura, entre otras.
Hemos hablado con algunos de los nuevos docentes con plaza que han pasado por Tecnoszubia y todos coinciden en algo: la figura del centro de estudios se ha convertido en un aliado fundamental dentro de un proceso especialmente duro. No sólo por la calidad de la preparación, del temario o del sistema de retransmisión online, sino por el ambiente de motivación y seguridad que se ha creado en torno a esta academia y que para todos ellos representa, según nos cuentan, «Una zona que te ayuda a definirte como opositor; a tener confianza y seguridad en que una plaza puede ser tuya».
«Al final, la plaza llega»
Cuando le preguntamos la nota final de la oposición, María del Carmen de la Rica, que se ha presentado por la especialidad de Educación Infantil, no duda: «8,2483». Saborea cada decimal porque por fin, después de varias convocatorias y un proceso que para ella ha sido especialmente complicado, tiene plaza. «Cuando me enteré llamé a mi marido y a mi hermana, que también fue opositora y se preparó en Tecnoszubia y siempre me ha acompañado durante el proceso. Durante años no tenía tiempo de servicio, no tenía baremo y la plaza se me resistía. Pero vas luchando, sin perder la ilusión, hasta que llega».
Muchas cosas han cambiado para ella desde que comenzó a opositar. «Por el camino tuve dos hijas, todo se hizo más difícil. He tenido que quitarles tiempo a ellas para estudiar». Un tiempo, el que le ha dedicado oposición, que consiguió reducir durante los últimos años gracias a la modalidad online de Tecnoszubia, que le permitió ahorrarse el transporte y agilizó, en cierta medida, la preparación: «La experiencia ha sido muy buena; el sistema online funciona bien y no le quita fuerza a la preparación: el preparador se interesa por ti, te apoya y está pendiente; te exige, claro, porque un preparador debe hacerlo, pero es una orientación necesaria».
«Lo importante es aprender a transmitir el tipo de docente que eres»
Tamara Espejo ya tiene su plaza gracias a un 7,74 en la especialidad de Educación Física. Cuando hablamos con ella sobre el proceso y el peso de Tecnoszubia, lanza una anécdota significativa: «En torno a la academia hay una comunidad: a donde vas, conoces a alguien que se ha preparado en Tecnoszubia y ha sacado plaza».
Para ella, los datos de esta academia se explican, sobre todo, por la forma de trabajar de sus preparadores. «Ellos me han dado confianza, seguridad; un apoyo necesario. Hablamos de preparadores que están cualificados minuciosamente. Tienen un compromiso grande: siempre están pendientes de ti. A veces, te preguntas, ¿cuándo duermen?».
Para esta nueva maestra con plaza, esto ha sido fundamental: «Pronto te das cuenta de que estás donde tienes que estar: te enseñan a diferenciarte como opositor, a aprender a transmitir el tipo de docente que eres».
«Pese a estar online, sentía a los preparadores como si estuvieran aquí»
Además de las oposiciones de maestros en Andalucía, en otras comunidades han tenido la oportunidad de optar a plazas de Formación Profesional. Alejandra Ojer, alumna de Tecnoszubia, se presentó en Navarra por la especialidad de Procesos Sanitarios y consiguió una de las cinco plazas que había disponibles en toda la comunidad.
¿Cómo se decanta alguien de Navarra por Tecnoszubia? «Me costó bastante decidirme por la academia -cuenta Ojer-. Miré en Internet varias academias en Madrid, todas online. El año pasado hubo oposiciones en La Rioja y una chica sacó plaza con ellos. Todo eso me ayudó».
El resultado, explica, no ha podido ser mejor. «Los preparadores han sido maravillosos. Teníamos cuatro preparadores: dos médicos especialistas y los dos preparadores principales de la especialidad: nos llevaban la programación, nos ayudaban día a día, nos resolvían dudas, nos daban la información necesaria. Con la persona que nos ha llevado la programación conecté desde el primer momento, me ha ayudado mucho. A pesar de ser online, ha sido como si estuvieran aquí. ¡Cuando saqué la plaza la llamé y se alegró como si fuera mi madre!».
«El día de la clase era un día especial»
Gema Cano ha quedado la primera de su tribunal gracias a un 9,1 en la especialidad de Educación Musical. Tiene plaza, por supuesto, y mucho que agradecer a su preparadora: «Sin ella no hubiera sido posible. Fue la que me dijo, en el primer contacto que tuve con ella, que no tuviera miedo. Me convenció de que mi preparación iba a ser buena. Luego, cuando comencé la preparación, vi que no sólo era encantadora, sino que sus materiales y las correcciones eran excelentes. Sabe decirte con tacto que por ahí no es, pero también sabe reconocer lo que está bien. Nos filtra la información, nos da seguridad».
Gema comenzó a opositar en un momento en el que, reconoce, «era muy niña». Pero, con el tiempo, desarrolló una seguridad en sí misma que ha resultado ser determinante. «Los sábados por la mañana, cuando llegaba a la academia, eran días especiales. Días en los que compartía tiempo con otros compañeros que estaban viviendo lo mismo que yo; además de aprender, me hacía sentirme cómoda, más serena».
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