La vacuna se dispensará este mes y en Granada ya se trabaja en los preparativos

Según explicó el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, ya está confirmado que Andalucía recibirá en una primera tanda un total de 195.000 vacunas. Para su tratamiento, traslado y conservación se ha firmado un convenio con Bidafarma, que tendrá el apoyo incluso de la Policía Autonómica para custodiar el lugar de almacenaje de las dosis de la vacuna de BioNTech y Pfizer, la primera en alcanzar la meta. Pero antes esta tendrá que pasar el filtro de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Bendodo no pudo dar ayer una fecha exacta de cuándo empezará la campaña entre otras cosas porque aún no se tiene el parabién de este órganismo independiente. Su misión es analizar si la vacuna es segura. Este examen lo hará el próximo día 21 de diciembre, tal y como anunció ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Aunque el análisis estaba previsto en un principio para el día 29, la presión de países como Alemania, con una curva de contagios descontrolada, ha hecho que todo el proceso se adelante dejando caducas las previsiones del Ministerio de Sanidad, que hablaba de empezar a vacunar del 4 al 5 de enero.

Será mucho antes. Una vez que la EMAapruebe la distribución de la vacuna, la pelota estará en el tejado de la ComisiónEuropea, que podría tardar unos tres días en permitir su comercialización. El 24 de diciembre es la fecha que está en mente de todos los gobernantes responsables de la gestión de esta campaña. En la rueda de prensa de ayer del consejo de gobierno, Bendodo aseguró que esperan que llegue la «primera remesa» de vacunas «inmediatamente o días después de Nochebuena», dijo el consejero, que hizo un llamamiento al Gobierno para que garantice a Andalucía el envío de dosis para inmunizar a los colectivos prioritarios, en los que también incluyó al resto de sanitarios y a los dependientes.

La Junta empezará con ellos, para quienes cree que habrá dosis suficientes. Si bien Bendodo trasladó que el Gobierno andaluz estará muy atento a que Madrid haga un reparto «transparente» y siempre en función de la base poblacional de cada comunidad autónoma. Lo que le valió para recordar que Andalucía es la región española en la que viven más españoles, en total 8,5 millones.

Aunque las concreciones sobre el proceso están un poco cogidas con pinzas todavía, desde el Ejecutivo son capaces de estimar una proyección para los próximos meses. Si nada se tuerce en este esperanzador camino, se espera que el 70% de los andaluces pueda estar vacunado en verano. Un porcentaje que no es baladí teniendo en cuenta que es el que otorga la ansiada inmunidad de rebaño. O en román paladino, el nivel de inmunización social que se necesita para frenar la propagación del virus.

Antes queda solucionar el horizonte más inmediato. El que se hayan recortado todos los plazos ha cogido a los gestores sanitarios un poco a contrapié. En Granada no cesa el estrés en los distritos. Tampoco en la Delegación de Salud, donde se trabaja a marchas forzadas para que se puedan cumplir los plazos. En Granada se estaba enfrascado en doblegar la curva de la segunda ola, en vacunar para la gripe y en recuperar la normalidad en los servicios, cuando ya se ven en mitad de otra empresa de cuyo resultado depende en buena parte las aspiraciones y el futuro de una provincia que ha padecido como ninguna el embate del coronavirus.

Todo está cerrándose en estos momentos. Lo que se sabe por ahora es que Granada es una de las dos sedes andaluzas, junto con Sevilla, que recepcionará la vacuna. Desde aquí se desplazará a otros puntos de la región. El almacenamiento correrá a cargo de la empresa Bidafarma pero también de la propia Delegación y su centro logístico. Así al menos explicaron fuentes sanitarias, que empezaron el viernes pasado a celebrar reuniones para organizar la campaña de vacunación.

Aunque en un principio se preveía que fuera parecida a la de la gripe, que se centraliza en los centros de salud, las singularidades de este medicamento hacen que todo se tenga que repensar. Las fuentes consultadas explican que el medicamento una vez descongelado tiene que administrarse antes de cuatro o cinco días para que no pierda eficacia. Estas dificultades para su aplicación convencen a las autoridades sanitarias de que lo más seguro es montar pocas sedes en esta primera tanda. Aún se están cerrando flecos y esta semana están previstas más reuniones. Todo dependerá de las dosis que lleguen. Pero se da por seguro que se podrá vacunar a todos los usuarios de residencias, a sus trabajadores y también a los sanitarios que trabajan con Covid.

Lo que se valora es que vayan equipos de enfermeros a vacunar a las residencias. Para los profesionales de la capital se valora aprovechar el autocovid del antiguo Clínico para que se pasen por las tardes previa cita. Las previsiones son administrar la primera ronda de dosis en unos 10 o 15 días, siempre en un periodo inferior a los 21 días que hay que esperar para poner la segunda.