Los cosplayers dan color al Salón del Manga de Andalucía
Hoy se clausura este evento que cada vez atrae a un mayor número de jóvenes llegados de fuera
MIGUEL Á. ALEJO
Domingo, 14 de noviembre 2010, 18:27
El V Salón del Manga de Andalucía vivió ayer su día grande. Su traslado a Fermasa, en Armilla, ha hecho que se puedan desarrollar ... más actividades y con mayor comodidad para el visitante. Pese a ello, algunos aficionados se sorprendían por la pequeña cantidad de stands y que no hubiera ninguna tienda granadina entre los expositores.
Los 'frikiebus' llegados de otras provincias andaluzas desde primera hora fueron descargando a jóvenes para disfrutar del manga durante toda la jornada. Entre todo ese gentío y chiquillería se encontraba el accitano Víctor, de 15 años. Siguiendo la tradición del cosplay, venía disfrazado de Wally. «Hemos encontrado a Wally», le gritaban a menudo. Había cosplay más elaborados pero él era el que más sonrisas levantaba. Junto a él, Auxi, Adnea y Andrea, disfrazadas de Vocaloid Maynet, también eran de las más fotografiadas y eso que no eran cosplayers de manga ni anime sino de un programa de ordenador.
Las actividades desarrolladas por la asociación Altair (Motril) eran las más seguidas. Con Alma Gallego al frente y 12 voluntarios, organizan diferentes concursos, como el de canicas a soplidos, taekwondo, air guitar, filtro y así hasta una veintena de actos. El más espectacular, el concurso de gritos. Inma, con 16 años, aguantó 24 segundos gritando sin respirar: «Para esto no he ensayado. He participado porque soy muy atrevida y me he inspirado en mi amigo Desi que me acompaña en el salón», comentó. Antes, Luis y Paula, disfrazada de Rosario + Vampire, iban batiendo el récord en aguantar ese grito agudo.
Boda lúdico-festiva
María (16 años) y Jose Manuel (19) iban a casarse durante el salón. La ceremonia iba a oficializarla su amigo Julián y se iba a desarrollar en Fermasa para que constara para siempre. «Por esto venimos vestidos de esta forma, hasta de novia vengo vestida», comentó María, de Huétor Tájar. El buen humor siempre reina en estos encuentros lúdico-festivos con el manga de fondo.
Los stands no comerciales eran los más visitados, quizás porque son productos económicos y hechos a mano, como las chapas de Chapiruli e Ignorada Marcianita. Su responsable, Belén Eiroa, diseña y vende diferentes complementos de fieltro y ropa para blythes. «Se vende todo muy bien, mis productos están muy bien rematados y el público los aprecia por ello», señala la artesana granadina. Las Blythes son unas muñecas importadas de Japón que cada vez tienen más seguidores entre los jóvenes. De hecho ayer, en el Parque García Lorca hubo un encuentro entre algunas de sus seguidoras.
Los productos relacionados con la serie Bob Esponja han sustituido a Jack Skeletor de Tim Burton entre lo más vendidos y apreciados por sus seguidores. Este salón cada vez es menos gótico tanto en los cosplayers como en los atuendos habituales de los visitantes.
Irene y Laura, del estudio Xian Nu, fueron las que más largas colas ocasionaron para que les hicieran un dibujo, hacerse una instantánea o simplemente para conversar con ellas sobre su reciente álbum, 'Bakemono' (Glenat).
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