Tráfico en Granada
Los usuarios que escogen el autobús para ir al Centro triplican a los del parkingEl estudio encargado por el Ayuntamiento revela un mayor peso del transporte público en la movilidad de la ciudad
Al comienzo de la elaboración del estudio socioeconómico de la zona de bajas emisiones, los autores pulsaron la opinión de hosteleros y comerciantes de Granada ... respecto a las restricciones. La mayoría, en torno a un 71,8%, manifestó que pensaba que sería perjudicial para su negocio frente al 23,7% que creían que les beneficiaría. El principal argumento fue la creencia de que, si se dificulta la movilidad, la gente dejará de ir a los establecimientos de la capital y optará por otros comercios que no tengan restricciones.
El estudio, sin embargo, rebate con cifras esta opinión y apunta a que la pérdida de accesibilidad del vehículo privado no tiene por qué suponer un retroceso en la actividad comercial. Lo hace a partir de un análisis de la movilidad realizado por el Ayuntamiento en noviembre pasado que comparaba las entradas a los diferentes parkings públicos situados en el Centro -los más cercanos a zona de mayor concentración comercial de la ciudad- con los pasajeros que bajaban de las paradas de autobús urbano en la misma zona.
La muestra, que se tomó tanto en jornadas laborales como en fines de semana, revela el gran peso del transporte público. En la jornada en que hubo menor diferencia, el pasado 23 de noviembre, los usuarios del autobús que llegaron al Centro a través de esta vía triplicó a aquellos que prefirieron dejar sus vehículos en los aparcamientos. 8.974 frente a 2.574 personas. Cuatro días antes, el martes 19, la diferencia aumentó considerablemente. Mientras que 12.035 viajeros llegaron a la zona empleando el sistema público, 1.998 lo hicieron con su vehículo a través de los parkings.
Estas cifras contrastan contra las creencias de los encuestados, una distorsión que, como revela el estudio, no es exclusiva de Granada, sino que se repite a lo largo de todo el mundo. Una investigación realizada en Berlín en 2021 por los investigadores Dirk Von Schneidemesser y Jody Betzien demostró que solo el 6,6% de los clientes de los negocios estudiados se desplazaban en coche, mientras que los comerciantes estimaban que el 21,6% lo hacían de esa forma.
En Londres, otro estudio efectuado hace una década por el Waltham Forest Council expuso que los comerciantes pensaban que un 63% de su clientela hacía uso del vehículo privado, cuando en realidad solo lo hacía el 20%. Cuatro años antes, otro llevado a cabo en Bruselas por Sonecom reveló que los compradores empleaban su coche en el 11% de las ocasiones frente al 52% que estimaban los dueños de los negocios.
El informe recalca que el comportamiento de los viajes de los clientes «a menudo se malinterpreta» y que el papel del transporte público «desempeña un papel mucho más importante».
El caso de Madrid
Otro de los puntos sobre los que pone el foco es la duda generada en muchos de los comerciantes de las posibles pérdidas que podrían derivarse de las limitaciones. Los autores del estudio señalan al caso de Madrid como ejemplo de lo contrario.
A partir de los datos recabados por la campaña Clean Cities, que se publicó en 2021, la entrada en vigor de las restricciones en la capital española no solo no disminuyó las ventas en los comercios ubicados dentro de la zona de bajas emisiones, sino que se incrementó. Los ingresos durante las campañas navideñas de los negocios de toda la ciudad subió un 3% entre 2017 y 2018. El aumento fue incluso mayor en el área limitada, donde alcanzó el 8%.
El informe explica estos resultados considerando que el vehículo privado «no tiene un papel tan importante para la economía local como se piensa» y que los clientes que se desplazan a pie o en transporte público «gastan más en general ya que visitan las tiendas con una mayor frecuencia».
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