Unidos por el atril

En esta ocasión la responsabilidad ha recaído en Álvaro Barea que recibió el cariño de sus antecesores, algún consejillo y sobre todo mucho ánimo. Se le veía muy tranquilo, en parte, porque ya ha vivido esa emoción, aunque de otra manera. Y es que, su padre, José Luis Barea, ya fue pregonero de la Semana Santa, justo hace veinticinco años. A él, que no pudo acudir al almuerzo, le dedicó unas bonitas palabras, al igual que a su hija Candela que ahora vivirá la misma situación -y quién sabe si dentro de un tiempo no continuará la saga-.

Por antigüedad, el decano es Arcadio Ortega y, tras él, José Luis Pérez Serrabona, que se unieron al homenaje donde, sin duda, se recordó a quienes ya no están entre nosotros, pero sí en el corazón.

El almuerzo, celebrado en el bar León -más cofrade no se puede ser- contó también con la presencia de José Luis Ramírez, Joaquín Alfredo Abras o Miguel Luis López Guadalupe que vio como, años después, ocupaba ese mismo lugar su hermano Juan Jesús López Guadalupe; además de Jorge de la Chica, Antonio Muñoz Molina, José Manuel Rodríguez Viedma o Antonio Olivares.

El grupo decidió poner en marcha esta iniciativa de mantener contacto cotidiano y arropar a los nuevos pregoneros, y, de ahí han surgido nuevas iniciativas que, seguro, serán una realidad muy pronto. Todo ello con la única -y no es poca cosa- intención de disfrutar de momentos como el de ayer en el que se recordaron anécdotas del paso de cada cual por el atril. Les aseguro que hay bastantes como para un libro, y de los gordos.

A esas anécdotas se unirán las que viva Álvaro Barea que nos contó algunos detalles -que no contenidos- de su intervención, que ha preparado desde sus vivencias y en la que se hará patente el sentido del humor que acompaña a este cofrade que ya ha dejado buenas muestras de cómo emocionar desde el micrófono. Ahora le viene un calendario apretado antes de esa fecha del diez de marzo, entre ellos la entrega de tapas que, en esta ocasión, cambia de escenario y de formato -eso lo dejo para mi compañero Jorge Martínez-; pero que mantiene la esencia de homenaje al pregonero. Como debe ser.

Más asistentes, José Antonio Lacárcel -felicidades que hoy justo es su cumpleaños-; Antonio Padial, Cecilio Cabello y Luis Recuerda, además del pregonero de la Semana Santa del pasado año, Ramón Burgos. Y estaba yo porque -aunque no es habitual que yo misma me nombre o salga en la foto- pues también he sido pregonera. Así que hemos tenido un padre y un hijo; dos hermanos y un matrimonio. No estaría mal que hubiera en el futuro más mujeres, de pregoneras y de presentadoras, que en este último caso que yo recuerde sólo ha estado Emilia Cayuela -besitos amiga-. Ahí queda por si alguien lo recoge. Fue por tanto una reunión casi récord porque de todos los que están 'localizados', sólo faltaron David Rodríguez, Fernando Egea y nuestro querido Tico Medina que hizo llegar un cariñosísimo recuerdo para los asistentes. Y nosotros se lo enviamos a él.

La cuenta atrás ha comenzado. Serán días intensos hasta el domingo más esperado -por cierto que el presentador será otro gran cofrade, Antonio Cambil- y será, para siempre, un recuerdo inolvidable. Querido Álvaro, todo nuestro cariño.