El turismo extranjero de Granada recupera el pulso con la llegada de 3.500 visitantes
Crece un 5%, con especial protagonismo de los viajeros procedentes de Asia, en un puente en el que los hoteles rozan el lleno
Ríos de gente recorren con torpeza y éxtasis las calles del centro. La ciudad vibra al paso de miles y miles de caras desconocidas que ... descubren y escrutan los muros de su patrimonio. ¡Quién tuviera la suerte de ver Granada por primera vez! O de olvidarla para encontrarse de nuevo con ella de una forma distinta. La Gran Vía es un festival de tropezones, luces, ruidos y conversaciones indistintas en español y otros idiomas. En la Capilla Real las gitanas agitan las ramitas de romero y giran sobre sí mismas como una peonza, con frenesí, para leerle el futuro a los turistas a cambio de la voluntad. Hay alguno que pica, pero los autóctonos rehuyen con 'malafollá' de la misma forma que el agua evita el aceite.
Cinco grupos escuchan a sus guías con paciencia y tortícolis en la Plaza de las Pasiegas, mientras músicos, loteros y artesanos exhiben su arte y mercancía para sacar el jornal del día. Rezagados, despistados y pequeñas pérdidas entre las marabuntas. La Carrera del Darro es una sala de espera, de una espera alegre. Colas para coger el autobús, el tren turístico, los taxis, sitio en un restaurante o hacerse una foto en el puente.
En la Cuesta Gomérez todos pierden el aliento y se desabrigan, salvo un grupo de niños que bajan a la carrera, a toda prisa entre gritos y reprimendas de sus madres. Hacen bien en salir despavoridos porque en la Alhambra no cabe un alma más. Paraguas al aire, aunque no llueve, y muchos turistas cableados por las audioguías. Así hasta sumar más de 8.000 personas que pasarán estos días por Granada, según los datos de la Asociación de Agencias de Viajes.
Su presidente, Juan Peláez, sostiene que, a diferencia de años pasados, ha aumentado el público internacional. La mayoría de la clientela que ha contratado excursiones o servicios con las agencias es española. De los más de 8.000 visitantes que estiman las agencias que llegarán a Granada estos días festivos, entre 3.000 y 3.500 son extranjeros. «Nuestras conexiones con aeropuertos ingleses e italianos dan opciones para alguna escapada, al igual que la cercanía con el aeropuerto de Málaga. Ha aumentado cerca de un 5% la llegada de extranjeros, mientras que el público nacional ha crecido cerca de un 10%. Gracias a los vuelos directos con Barcelona, Granada es un gran atractivo para el turismo asiático», destaca Peláez.
Más noches que antes
En parejas y grabando en directo todo con el móvil IDEAL encontró, como quien busca a Wally, a un goteo de turistas asiáticos por las calles del centro y en el Palacio de Carlos V. La Alhambra está en el mapa y es visita obligada para singapurenses, malasios y coreanos. La ciudad recibe cerca de un millar de coreanos cada semana. «Desembarcan en autobuses en grupos numerosos, aunque no van llenos como antes», explica Peláez, que indica que se reciben alrededor de 300 malasios y singapurenses a la semana. «Para ellos, Granada es una parada ineludible en su periplo a España, estamos muy reconocidos».
Peláez mantiene que el 60% de los visitantes extranjeros con los que tratan las agencias se alojan fuera de la capital y prefieren las zonas rurales. «El cliente asiático viene a Granada de paso a echar el día o hacer un circuito de dos noches, mientras que hemos detectado que los europeos, especialmente los ingleses, amplían su visita a cuatro o cinco días», apunta.
Por su parte, Gregorio García, presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, apunta que la media de ocupación en los hoteles de la ciudad se sitúa en el 85%, aunque muchos establecimientos alcanzan el lleno técnico. Encontrar mesa en bares y restaurantes de la ciudad será también una tarea complicada pese al tiempo desapacible. «Estamos a tope, a reventar», resume una camarera del bar Los Diamantes con prisa y ajetreada. La federación no ha hecho estimaciones del impacto económico que tendrá el puente para la capital, aunque señala que las habitaciones en algunos establecimientos han tenido precios más bajos que en el ejercicio anterior.
La ciudad tampoco escapará de la visita de sus vecinos del área metropolitana, que forman caravanas o se enlatan como sardinas en el metro para contemplar las luces navideñas.
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