Barrios de Granada
Un trocito de Irlanda en el corazón de GranadaToda la tradición celta para compartir literatura, música, danza y deportes en torno a una pinta de Guinness en el pub The Cobblestone
Nadie mejor que un irlandés para inventarse una buena excusa para tomarse una pinta de cerveza Guinnes en cualquier momento. Uno de ellos es el ... dublinés Stephen Martin Daly, que se ha traído toda la tradición celta de la Isla Esmeralda para compartir literatura, música, danza y deportes en su pub de la calle Santa Escolástica en el barrio del Realejo, un trocito de Irlanda en el corazón de Granada.
El local ya advierte desde su fachada que uno se adentra en otro país. Hay runas que decoran la pared, mucha madera por todos lados, una luz tenue, una larga barra y muchos asientos repartidos por todo el local para sentarse y pegar la hebra. Hasta aquí, lo acostumbrado. Lo mejor llega cuando se leen las pizarras que dan a los ventanales de la calle, donde se expone la programación cultural de este pub irlandés.
'El día del señor Bloom
Por ejemplo, este lunes pasado, se anunciaba 'El día del señor Bloom', Bloomsday, que celebra cada 16 de junio la novela 'Ulises', de James Joyce, que transcurre en esa misma fecha. Entonces aparecen por el local los irlandeses granaínos vestidos como hace un siglo y se juntan con los integrantes del club de lectura de esta obra de Tremenda Librería. Entre todos, un total de diecinueve, leen el primer capítulo de la novela, unos en inglés, otros en español, para recordar que la novela probablemente más complicada de la historia sigue teniendo un buen fondo de armario de fieles.
No es la única lectura en público que se organiza. Lo mismo ocurre con 'Los Muertos', otra famosa novela del prestigioso James Joyce, que se leyó asimismo en el pub el pasado día 6 de enero, festividad de los Reyes Magos.
Junto a la literatura, destacan también actividades más clásicas, como el 'open mic', micrófono abierto, una suerte de karaoke a la irlandesa en el que son los propios clientes los que interpretan los temas. También hay sesiones de intercambio de idiomas y no puede faltar nunca el fútbol y el rugby. Sobre todo este último deporte, ya que aunque en España no tiene muchos seguidores, en Irlanda es pasión prácticamente incontrolable.
Las danzas irlandesas
Los tradicionales y característicos bailes irlandeses con sus saltos y sus taconeos armoniosos también tienen cabida entre las paredes del pub de Stephen. Cada viernes, a las siete de la tarde, la sueca Edit Holm y la española Elisa Vicente Escobar, discípulas de una gran profesora de baile irlandés, comparten sus conocimientos sobre la madera del suelo de local. Nunca falta un grupo de unas diez personas y todos bailan, aprenden, se conocen y se divierten. «La música celta pide ser bailada», explican, «y la gente que viene se conecta rápidamente y para su sorpresa, empiezan a bailar».
Stephen está feliz este lunes de celebración de Bloomsday. Lleva tirantes rojos y chistera. Un tipo elegante. Ahora, tras la lectura del capítulo del 'Ulises', hay concierto a cargo de Drifter's Dew, «música celta trasatlántica», explica el vocalista.
The Cobbleston, que es como se llama realmente el pub, en homenaje al del mismo nombre en el Dublín natal de Stephen, está en su punto con los sonidos celtas y las Guinnes bien tiradas. «The Cobblestone es mi pub favorito en Dublín, está junto a la casa de mi familia en el centro y es de mi amigo Tom Mulligan, gaitero», cuenta Stephen mientras apura su Guinnes y sonríe.
No es la única persona que lo hace en The Cobblestone. En una de las mesas, una animada pandilla charla de lo divino y lo humano. En ellas está Cristina Rodríguez Mondaray, una profesora de inglés que se declara parroquiana del pub. «Amo Irlanda. Este pub me transporta a la Irlanda profunda. Huele como Irlanda, sabe como Irlanda y suena como Irlanda. Aquí soy feliz»
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