El Tribunal Supremo avala la condena de un granadino que violó a una turista en su furgón
La víctima, una estudiante de origen polaco, se subió junto a una amiga al vehículo para que el chico las llevara a su hostal, pero terminó en un paraje solitario de Alfacar
Yenalia Huertas
Granada
Lunes, 30 de marzo 2020, 00:57
El 16 de abril de 2016, sobre las 6.30 horas, dos chicas de nacionalidad polaca que habían venido a Granada para hacer turismo se ... cruzaron con una furgoneta en la Cuesta de la Alhacaba de esta ciudad. Habían salido esa noche de copas e iban «ligeramente bebidas». Trataban de encontrar el camino de regreso a su hostal y el conductor de la furgoneta, un vecino veinteañero de Alfacar, se ofreció a llevarlas. Ya iniciada la marcha, una de ellas decidió apearse, pero la otra, aunque llegó a bajarse del vehículo, volvió a subir confiada en que la llevaría al establecimiento. Pero el joven la condujo a un paraje solitario en medio del campo y la penetró, una acción por la que se le han impuesto siete años de prisión.
El castigo fue fijado en mayo de 2018 por la Audiencia Provincial de Granada. En su sentencia, luego confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la Sección Segunda del tribunal provincial lo consideró autor de un delito de agresión sexual.
Por tal ilícito, junto a la pena de cárcel, le prohibió acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante una década. Aparte, lo condenó a indemnizarla con 12.000 euros y le impuso una medida de libertad vigilada durante cinco años «a cumplir desde la extinción de la pena de prisión».
Ahora, el Tribunal Supremo (TS) ha avalado la decisión del Alto Tribunal andaluz, pues ha inadmitido el recurso que el procesado interpuso contra la resolución que ratificó su condena. IDEAL ha tenido acceso al auto mediante el que el Alto Tribunal da la espalda al chico, que consideraba vulnerado su derecho a la presunción de inocencia.
El Alto Tribunal inadmite el recurso del acusado, que tendrá que cumplir siete años entre rejas
El auto del TS desvela que la agresión sexual se produjo después de un primer intento de seducción en el interior de la furgoneta. El acusado detuvo el vehículo «ante una valla que cerraba el carril por donde había accedido hasta ese lugar de la carretera», cerca de Alfacar. Paró allí «con el claro propósito de tener una relación sexual con la joven», indica el Alto Tribunal. «En ese momento, todavía sentados en los asientos delanteros de la furgoneta , el acusado trató de seducir» a la estudiante, a quien «al tiempo que le dedicaba halagos la besó en la boca». Ella le expresó su rechazo. Le dijo que no quería sexo con él.
Ambos se bajaron de la furgoneta y él, contrariado, le dio «dos bofetadas en la cara». Lo siguiente fue forzarla. «Decidido ya a obtener el sexo que buscaba, el acusado abrió el portón posterior de la furgoneta de acceso a la zona de carga». Acto seguido, ordenó a la chica que se metiera dentro. Como ella intentó zafarse de él, este cogió el palo de una herramienta y se lo mostró «en tono amenazador». Ante ello, la chica, temerosa de que pudiera golpearla «o algo peor» cedió: «optó por someterse del todo», indica el auto.
Una vez acabó de satisfacer sus deseos sexuales, el acusado le dejó que se vistiera e inició de nuevo la marcha con ella sentada delante. Ante el miedo a que pudiera repetir su acción, y como el vehículo iba muy despacio por lo «abrupto» del terreno, la chica «se arrojó al camino» y echó a correr. Huyó campo a través «a toda carrera».
Desorientada
La chica se refugió bajo un techado y finalmente, sobre las 8.30 horas fue encontrada por un vecino cuando deambulaba «desorientada» por la Cuesta de la Chinche, próxima al casco urbano del pueblo. Iba descalza, llorando y llevaba en la mano una vara; estaba en estado de 'shock'.
Al lugareño le decía entre sollozos «que había sido un error y que lo sentía». Los hechos acabaron en el acuartelamiento de la Guardia Civil y ella, en el hospital. Presentaba un «estado psíquico compatible con un síndrome ansioso depresivo», lo lógico por la situación vivida.
El TS recuerda que tanto la Audiencia de Granada como el TSJA consideraron «coherente y creíble» el testimonio de la chica y respalda su valoración , que, como concluye, «no presenta tacha alguna».
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