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Las ganas acumuladas de disfrutar de la nieve eran muchas y las condiciones meteorológicas idóneas, tras la primera gran nevada del año, por lo que ... todos los que conocen mínimamente Sierra Nevada sabían ya lo que iba a pasar. Las colas y el colapso en la carretera en la estación de esquí estaban cantadas este fin de semana, pero superaron las expectativas. A los más de 15.000 esquiadores que habían comprado su entrada para el sábado –el día récord de lo que va de temporada– se les unió una espontánea avalancha de familias con trineos y palas deslizantes que subieron en sus vehículos particulares a jugar con la nieve a las zonas de Mirlo Blanco o Borreguiles. Y hubo caos.
A las nueve de la mañana, las 2.664 plazas de aparcamiento subterráneo de la plaza de Andalucía ya estaban llenas y el tapón de vehículos se fue trasladando progresivamente a la carretera donde los centenares de vehículos que ya no cabían en los estacionamientos se quedaron atrapados. Los esquiadores menos madrugadores, proveedores de los negocios, clientes con reservas en hoteles y visitantes que decidieron a última hora subir a ver la nieve sufrieron el atasco. Para descongestionar, la DGT optó por cortar por completo la A-395, que estuvo bloqueada durante cuatro horas, entre la una y pasadas las cinco de la tarde del sábado. Y el domingo se repitió la misma película. A las 8.50 horas se cerraba el parking principal, le seguían el de los Peñones, en superficie, y el de caravanas, mientras montones de conductores se arriesgaban a la multa y estacionaban en los arcenes de la carretera.
Los problemas de la carretera de montaña y las retenciones en los días de aluvión son un problema histórico para el que la consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha diseñado ya una solución que vendrá a aliviarlo. Se trata de un proyecto para mejorar la seguridad y descongestionar la estación con tres aparcamientos disuasorios, que por el momento, no tiene fechas anunciadas.
La necesidad de poner en marcha soluciones a un déficit histórico en los accesos quedó patente hace un año, cuando se produjo un desprendimiento de rocas que cruzaron la carretera y acabaron en el arcén contrario. Por fortuna solo hubo heridos leves pero el suceso pudo haber acabado en tragedia. La consejería acometió entonces unas obras de emergencia –durante cinco meses y con un millón de euros de inversión– para estabilizar la ladera no exentos de polémica, ya que los cortes por las obras de seguridad dinamitaron el final de la pasada temporada de esquí.
Pero más allá de la solución de emergencia, Fomento encargó un estudio de alternativas para coger por los cuernos el problema de la carretera, a partir del cual diseñó un ambicioso proyecto, con un presupuesto de 21 millones, con el que no solo mejorará la seguridad de la vía, sino que se aliviarán los recurrentes colapsos en días de gran afluencia.
Preocupados
El proyecto se presentó como inversión estrella para Granada en los presupuestos de la Junta para 2025, que contemplan una partida de 4,8 millones para la primera fase de las obras, que será la mejora del pavimento en 17 kilómetros de la A-395, en un tramo desde La Higuera hasta el acceso a la estación. Pero además el proyecto incluye dos nuevas glorietas, las obras de estabilización de taludes en seis puntos críticos con peligro de desprendimiento, la reparación de 16 muros de contención, la protección del acceso a Pradollano y la construcción de tres nuevos miradores.
La actuación más esperada, en tanto que aliviará la congestión de la estación, será la construcción de tres nuevos aparcamientos disuasorios en el recorrido de la misma carretera, a la altura de La Higuera, el Dornajo y el Jardín Botánico. La consejería no precisó ayer a este periódico para qué temporada se prevé que estén en marcha.
La Asociación de Empresarios de Sierra Nevada ve muy positivo este proyecto, largamente demandado, pero cree necesario acometer actuaciones a más corto plazo para evitar que se repitan colapsos como el del pasado fin de semana. «Nos preocupa mucho la situación que se ha vivido. Los responsables de la gestión de la carretera tienen que tomar medidas porque para nosotros es muy desagradable ver cómo clientes que ya tenían un entrada o reservas en un restaurante se tienen que dar la vuelta», asume el presidente de la asociación Ordoño Vázquez.
Desde la Asociación piden así que la DGT se coordine con la propia Cetursa para que la Guardia Civil no espere a que centenares de vehículos estén ya atrapados para cortar los accesos. «Si el parking está lleno a las nueve de la mañana y suben cinco mil vehículos más el caos está asegurado. Se cortó muy tarde. Hacen falta patrullas de la Guardia Civil de Tráfico arriba y abajo, para cortar en Cenes de la Vega», reivindica el empresario, que opina en que habría que dar prioridad y permitir el paso a los clientes que tengan contratados servicios.
«Sierra Nevada recibió 25.000 personas diarias este fin de semana, es un servicio descomunal, pero no se puede seguir dejando subir cuando ya no se cabe y provocando el colapso de la carretera y frustración. Estoy seguro de que podemos hacerlo mejor», concluye Vázquez.
m. n.
granada. Para la mayoría de los visitantes son desconocidas pero muchos granadinos utilizan las carreteras de montaña alternativas para subir hasta Pradollano desde Monachil y Güéjar Sierra para sortear el colapso de la carretera de Sierra Nevada. Fueron las vías que se utilizaron durante el corte total de la A-395 por las obras para corregir los desprendimientos y ambos ayuntamientos coinciden en que necesitan mejoras para consolidarse como posibles soluciones que ayuden a descongestionar el tráfico en los días de aluvión de visitantes.
En el caso de Monachil, la carretera del Purche sale del casco antiguo del municipio y conecta con la carretera para subir hasta Pradollano. Estos ocho kilómetros, incluidos en la Vuelta a España, son de titularidad municipal. De ahí que el Ayuntamiento de Monachil lleve tiempo reclamando a la Diputación provincial que se quede la carretera para poder acometer con sus medios mejoras de seguridad en esta vía estrecha y sin arcenes. «Llevamos años pidiéndolo y está aprobado en el pleno de Monachil. Nosotros la tenemos lo mejor posible, a finales del pasado año instalamos biondas en un tramo con una curva peligrosa y en 2022, con una subvención de la Diputación, también se mejoró el asfalto. El paso definitivo sería que pasara a la red provincial de carreteras y se acometiera un proyecto para mejorar la seguridad, sería un salto importante en la movilidad, muchos vehículos podrían bajar de la sierra por aquí», esgrime el alcalde de Monachil, José Morales.
La otra alternativa es la carretera de Hazallanas, que conecta Güéjar Sierra con la estación de esquí. Se trata de una vía de unos seis kilómetros de longitud y una anchura media de siete metros que acaba en un embudo: la carretera autonómica A-4030.
El Ayuntamiento de Güéjar Sierra lleva años reivindicando la necesidad de ensanchar esta carretera autonómica y reforzar su seguridad, ya que se trata de un tramo de dos kilómetros que no cumple las condiciones mínimas de seguridad por sus curvas pronunciadas y una estrechez que dificulta la circulación en doble sentido, con el riesgo añadido de la nieve y el hielo que se acumulan en estas fechas, según explica su alcalde, José Robles. «La mejora de la carretera permitiría ofrecer una alternativa segura a tanto a los visitantes como a los güejareños que trabajan en la Sierra, evitando además que se produzcan retenciones como las de este fin de semana», esgrime.
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