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Vivienda donde ocurrieron los hechos ayer viernes. PEPE MARÍN

Los 'Herreros', la familia golpeada por el drama del incendio de Dehesas

Los vecinos se dieron cuenta del siniestro seis horas después de que se declarara en el salón de la vivienda, nadie lo advirtió antes

José Ramón Villalba

Viernes, 29 de noviembre 2019, 20:42

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Los 'Herreros' es el apodo de la familia a la que pertenecen las personas fallecidas este viernes en el pequeño municipio de Dehesas Viejas. Pepe, el hombre de 84 años que ayer perdió la vida, pasó toda su vida, salvo los últimos años, regentando la herrería que tenía anexada a su vivienda. Su hijo Javier, de 51 y también fallecido en el incendio, tomó el relevo de su padre, aunque llevaba un mes de baja tras fracturarse la cadera.

Antonia era la matriarca, también ha perdido la vida en este siniestro, a sus 74 años necesitaba valerse de un andador para moverse. Además de Javier, tenía una hija viviendo en Granada, dos más en Palma de Mallorca y un tercer hijo que también estaba en las islas. La desgracia también se cebó con esta familia hace algo más de un año porque la difunta perdió a otro hijo por una enfermedad larga.

«Los 'Herreros' eran una familia muy buena y trabajadora, lo ocurrido ha sido un drama para este pueblo», lamentó ayer la alcaldesa de Dehesas Viejas, Lucrecia Rienda. «Es una familia muy trabajadora que todo lo ha conseguido a golpe de esfuerzo y ahora fíjate lo injusta que es la vida», comentó ayer otro vecino del municipio. El municipio está destrozado por este suceso.

No fallecieron carbonizados, sino asfixiados

Antonia de 77 años necesitaba de un andador para moverse y su hijo Javier de 51 años llevaba un mes de baja con la cadera rota. Los dos, casi sin movilidad, fallecieron ayer, junto a Pepe –marido y padre de los citados anteriormente– en el transcurso de un incendio provocado por el sobrecalentamiento de un cuadro eléctrico, de un brasero o por las ascuas de una chimenea, que lograron prender un sofá en el salón de la vivienda donde convivían los tres, en la calle Carril de la localidad de Dehesas Viejas. No fallecieron carbonizados, sino asfixiados por la inhalación de humo.

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El jefe del Consorcio provincial de Bomberos, Baldomero Álvarez, aseguró ayer que el incendio se había generado «horas antes» de la llegada de los bomberos. Los cálculos apuntan hacia la 1.30 horas de la madrugada del viernes, pero no fue hasta las 7.11 horas cuando el servicio de Bomberos de Iznalloz recibió el aviso de Emergencias del 112. «Cuando ha llegado el equipo de Iznalloz el fuego estaba ya en la última fase», advierte Álvarez.

Bomberos y Guardia Civil derribaron la puerta de la vivienda, después de que nadie respondiera a sus llamadas al timbre. Cuando entraron se encontraron en el primer dormitorio a uno de los fallecidos, en una de las estancias cercana a la cocina al segundo y el tercero estaba en otra zona distinta. Los tres fallecidos fueron conscientes del incendio e intentaron huir, pero la toxicidad del humo los fulminó acabando con sus vidas.

Un sofá quemado

La investigación sobre el origen del incendio la llevará la Guardia Civil, aunque visto lo visto ayer parece que la causa está medianamente clara. Un sofá quemado por el efecto de un brasero, de una chimenea o del sobrecalentamiento de un cuadro eléctrico fue lo que anegó la vivienda de humo, convirtiendo la casa en una trampa mortal para sus tres moradores.

La primera persona en advertir el incendio fue un vecino de Dehesas Viejas que pasó por delante de la vivienda y empezó a ver cómo salía bastante humo por un respiradero.Tras llamar a la casa y comprobar que nadie abría la puerta decidió contactar con los servicios de emergencia del 112. Todo ello ocurrió sobre las siete de la mañana de ayer, quince minutos antes de que escolares y vecinos del municipio se dispusieran a tomar el bus que comunica este pueblo con la capital granadina.

Tres días de luto

«A mí me llamaron muy temprano y me vine para ver qué ocurría. Ha sido muy duro y es un varapalo para este pueblo.Era gente de aquí y muy querida.Trabajadores de toda la vida. Estamos con la familia para lo que necesite y hemos decretado tres días de luto oficial», decía ayer la alcaldesa de Dehesas Viejas, Lucrecia Rienda.

Un año trágico para Granada si se tiene en cuenta que hace tan solo dos meses un par de inmigrantes perdieron la vida en un cortijo de Alpujarra de la Sierra por inhalación de gases tóxicos procedentes de las ascuas de un brasero de picón. Justo un mes después han perdido la vida estas tres personas de una misma familia. Pero en el recuento histórico por casos con tres o más muertes en un mismo incendio, según recoge Europa Press, en Granada hay que hacer referencia a dos de estas características en el año 2007. El primero de ellos tuvo lugar en abril, cuando perdieron la vida un bebé de 18 meses, su madre, de 40, y otra mujer, de 28, tras incendiarse la caravana en la que los tres dormían en una comunidad hippy en Órgiva. En verano de aquel mismo año, dos menores y otro joven de 19 años murieron tras intentar provocar un incendio con bolsas de gasolina en una calle del centro de la ciudad.

Los tres cadáveres fueron trasladados ayer al Instituto de Medicina Legal de Granada para practicarles la autopsia.

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