Tres de cada cuatro trabajadores con ERTE en Granada ya han recuperado su actividad

Según la estadística, en Granada siguen en este limbo laboral un total de 13.489 personas. Una cifra aún elevada, pero que nada tiene que ver con las que ha llegado a haber durante la hibernación de la economía como consecuencia del estado de alarma. La caída registrada en julio, en la que 9.602 personas fueron rescatadas por sus empresas, no viene más que a confirmar la senda que comenzó a marcar el inicio de la desescalada. Fue a partir del mes de junio cuando realmente se notó una reactivación que la incipiente segunda ola de contagios podría frenar ahora en seco.

Mientras se cumplen o no estos presagios, Granada puede de momento celebrar que el 72,5% de los trabajadores afectados por un ERTE han salido ya de él. En términos absolutos, son 36.533 personas menos desde el pasado mes de abril, que fue el momento más dramático de todo este periodo protagonizado por la convivencia con el virus. El decreto del estado de alarma y el posterior cese de la actividad empujó a muchas empresas a acogerse al mecanismo de los expedientes de regulación temporal de empleo para que el tejido mercantil no colapsara.

Fue entonces cuando se produjo una avalancha de solicitudes en la Delegación territorial de Empleo, que se vio obligada a reforzar el servicio con personal y horas extraordinarias. En las tres primeras semanas de confinamiento se llegaron a recibir en el registro hasta varios centenares de solicitudes cada día. Según contó en su momento este periódico, entre la declaración del estado de alarma y la Semana Santa la media de peticiones diarias alcanzó el medio millar.

En total y hasta el mes pasado se han tenido que estudiar por parte de la autoridad laboral un total de 10.075 solicitudes de ERTE de fuerza mayor de empresas granadinas. De las que solo 100 se echaron para atrás por desistimiento o tras no haber sido aceptadas. A mediados de mayo, una de cada cinco mercantiles de la provincia había solicitado acogerse a uno.

Esto propició que poco a poco la cifra de trabajadores afectados por un ERTE fuera creciendo. Lo hizo hasta que alcanzó su máximo, que tuvo lugar al cierre del mes de abril. El SEPE contabilizó a un total de 50.382 personas en la provincia bajo el paraguas de estos expedientes, ya fuera de forma total o parcial. Y en un tiempo en el que se desconocía cuál sería su duración. No obstante, en la segunda mitad del mes siguiente el Gobierno accedió a mantener estas ayudas hasta el 30 de junio. Luego lo haría hasta septiembre. Y quién sabe si volverá a hacerlo hasta final de año, como ya están solicitando los sectores productivos más afectados por la crisis económica. Entre ellos, la hostelería y el comercio.

Hoy el panorama es muy diferente a los meses primaverales. Cada día son menos las empresas que mantienen a sus trabajadores con el trabajo suspendido. Y ocurre de forma indistinta en todo el país. Los últimos datos dejan entrever que durante el mes pasado salieron del ERTE en el conjunto nacional 712.000 personas. Aunque todavía 1,18 millones de trabajadores continúan cobrando la prestación gubernamental.

En cuanto al contexto andaluz, el balance que hace Empleo sitúa a Granada como la tercera capital de la Región que registró un mayor número de solicitudes, en total 4.066. El número de trabajadores afectados asciende a 19.259. La ciudad andalusí aparece por detrás de Sevilla y Málaga, cuyas poblaciones son mucho mayores. Ambas contabilizaron 8.807 y 8.241, respectivamente. Cierran las cinco primeras plazas, Córdoba y Marbella.

En el resto de la provincia, Motril, con 547 peticiones, Almuñécar (370) o Albolote (339), fueron otros municipios cuyas empresas se vieron obligadas a pedir al Gobierno las ayudas con el objetivo de poder resistir a un periodo cuyo merma a las arcas públicas y al tejido empresarial del país está aún por calibrar. Y lo peor, aguardar a que los ERTE no se conviertan en ERE una vez esta red de seguridad se retire.