El tren madrugador sale con una hora de retraso

Después de que el suministro se recuperase a lo largo de la madrugada, la estación arrancó a funcionar muy temprano. Renfe trabajaba en ese momento en dar servicio a los pasajeros que habían quedado en Puente Genil, que permanecían aún en la localidad a esa hora, y en recuperar los trenes de Granada.

A las 6:12, cuando debía partir el madrugador, la situación seguía sin arreglarse. Aunque la plantilla estaba en Andaluces, habia problemas de tensión que impedían que llegaran los trenes y faltaba la señalética. Se comunico a los pasajeros la situación y que habría prioridad para los viajeros del día. La idea era recuperar el servicio «en dos horas».

Pasadas las seis y media, la esperanza. El tren aparecía en el andén y se empezaba a cargar. Los viajeros celebraban la apertura del control de equipajes y hacían cola en el andén. Los operarios se afanaban en cargar con personas que debían ir a Madrid, pero también ofrecían la posibilidad para quienes fuesen a Málaga, quedándose en Antequera, y Sevilla, que debían bajar en Córdoba.

A partir de las 7 empezaron a subir poco a poco los primeros afortunados. Mayka, de México, era una de ellas, después de 24 horas de locura en Granada. «No nos ha dado tiempo a ver nada», se lamentaba. A las 7:31 el tren ha arrancado. Lo ha hecho poco a poco, ante la mirada de los últimos viajeros que no han podido alcanzarlo por llegar tarde. En los trabajadores se dibujaban rostros más relajados tras la tensión de la reactivación del servicio. El tren ya está en marcha al fin.