Treinta euros por un salto de dos minutos y un vídeo para el recuerdo

Respecto al perfil de los aficionados, prevalecen las personas de entre veinticinco y cuarenta años que vienen atraídas por la actividad y después pasan el fin de semana, con todos los efectos positivos que ello tiene sobre alojamientos y establecimientos hosteleros.

Esto permitía que hubiera ajetreo y que se moviera el dinero en la zona. El recorte de esta fuente de ingresos ha tenido un impacto muy perjudicial sobre la Alpujarra y el Valle de Lecrín -unos tres millones de euros, según las estimaciones realizadas por la Mancomunidad-, comarcas inmersas en un proceso de despoblamiento y que tienen el Producto Interior Bruto más bajo de la provincia.

La Junta, propietaria de la A-348, es la responsable de regular cómo se desarrolla «una de las emociones más fuertes dentro de los deportes de aventura, el puenting, que consiste en lanzarse desde un puente con la única sujeción de una cuerda elástica». El texto aparece en la web oficial de turismo de Andalucía, dependiente de la Junta. «En Andalucía existen diversas zonas localizadas donde se organizan excursiones para realizar esta actividad de forma idónea», dice este portal. Y entre ellas cita en segundo lugar el puente Tablate, en Lanjarón. Hasta aquí todo normal si no fuera por que la propia Junta lleva dos años sin autorizar que se realicen saltos en Tablate, un viaducto de 176 metros.

Las empresas especializadas levantaron la voz desde el primer momento. Desde que los agentes de carreteras les advertían de que por ahora no. Según sus estimaciones, Lanjarón ha perdido unos 14.000 visitantes en los dos últimos años como consecuencia de la falta de autorizaciones en Tablate. Los expertos y los aficionados valoran mucho este viaducto porque carece de tablero en la parte inferior y, además, la superficie de contacto con las cuerdas es redondeada y de un material menos abrasivo que el hormigón.

Las empresas dicen que más allá de que cualquier deporte de aventura implique riesgos si no se hace de manera adecuada, un accidente relacionado con el puenting sólo puede deberse a un error humano. «Es absolutamente seguro», recalcan. «Nosotros proporcionamos toda la información hasta en cinco ocasiones y además facilitamos un documento para contar también con el consentimiento por escrito», dicen.