«No toca hablar de primarias y no vengo aquí a meter el dedo en la llaga a nadie»
Pedro Fernández | delegado del gobierno en andalucía ·
«No me he posicionado nunca ni con Pedro Sánchez ni con Susana Díaz; respeto a los dos, a cada uno en su ámbito»Pedro Fernández llega en taxi porque cuando subió a Madrid el pasado lunes dejó las llaves de su coche en la chaqueta de un amigo. ... Se ha percatado justo minutos antes de la cita para su primera entrevista como delegado del Gobierno en Andalucía. Ya se buscará la vida para ir después desde Granada capital hasta Baza. Dice que no es de coche oficial y, tras 14 años como alcalde, ha pasado más tiempo en la calle que en las broncas políticas. Nunca ha hecho vida parlamentaria: «Solo he gestionado». Fue delegado de la Junta y suena desde hace años para ocupar algún cargo en el ámbito regional, pero no se ha movido del ayuntamiento desde 2007, aunque en esta última etapa haya compatibilizado la alcaldía con la vicepresidencia en Diputación. El martes reemplazó a su compañera Sandra García, en un movimiento que se ha interpretado –a su pesar– como el preludio del enfrentamiento entre Ferraz y Susana Díaz por el liderazgo en el PSOE andaluz. Y eso que Pedro Fernández forma parte de la ejecutiva andaluza y no se ha señalado nunca como 'sanchista'.
–¿Qué ha pasado?
–Me llamó el domingo Carmen Calvo y me dijo que quería que fuese el próximo delegado del Gobierno en Andalucía. Estuvieron el sábado por la tarde con el presidente viendo los cambios en Galicia, Madrid y Andalucía. También contactaron con el secretario general del PSOE de Granada. Plantearon mi nombre porque se mantenía así un equilibrio territorial. Carmen Calvo no me dijo que sucedería en el Consejo de Ministros del martes, yo pensaba que sería cuestión de unas semanas. El lunes tenía que ir a Madrid y, de camino, me enteré de que sería inmediato. Han sido tres días de auténtica locura, preparándome el discurso hasta las dos de la mañana. El miércoles fue un día muy bonito pero también muy intenso.
–Porque se ha visto envuelto en una guerra política o así se ha interpretado...
–Esa es la percepción que puede haber, cada cual es libre de tener la suya. A mí lo que me trasladó Carmen Calvo es que quieren un impulso en tres territorios, y uno de ellos es Andalucía. Soy ajeno a cualquier otra clave. Se interpretan otras cosas porque hay un caldo de cultivo, pero personalmente no considero que haya venido para lanzar ningún mensaje orgánico; así de claro lo digo.
–Tampoco es que se haya señalado en este tiempo precisamente como un 'sanchista' activo o predicante.
–El que me conoce sabe que me considero del PSOE. Me haya posicionado internamente o haya votado a quien haya votado. Pedro Sánchez es mi secretario federal y Susana Díaz, mi secretaria regional. No me he posicionado nunca y he respetado a los dos, cada uno en su ámbito. Es verdad que la competencia es de Pedro Sánchez y le agradezco que me haya nombrado delegado del Gobierno. No lo leo en clave orgánica. Soy muy realista: hay unos estatutos, un procedimiento y unas primarias que permiten que la militancia pueda votar y que no decidan los delegados, como antiguamente. Yo soy secretario del PSOE de Baza, puedo decir por quien apostar pero mis militantes votarán lo que quieran. Hay un procedimiento y hay unos tiempos. Me voy a dedicar a hacer política y a gestionar desde la Delegación del Gobierno.
–Susana Díaz habló de su «amigo Pedro Fernández». ¿Ha recibido alguna instrucción para actuar de alguna manera desde la Delegación del Gobierno? Porque es una evidencia que hay unas primarias en ciernes.
–Quiero dejarlo bien claro: vengo a ser la voz del Gobierno de España en Andalucía. Quiero que las decisiones que toma penetren y lleguen a su destino. Y trasladar también desde Andalucía al Gobierno lo que se puede mejorar. Respeto los tiempos y los procedimientos y, como un militante más, depositaré mi voto cuando llegue el momento. Lo que deseo es que el PSOE esté unido. Ahora no toca y no me considero una persona que venga aquí a generar conflicto y a meter el dedo en la llaga a nadie, sino a hacer política.
–Cuando le piden un nuevo impulso, ¿significa ser más crítico con la Junta?
–Se refieren a que se visualicen bien las políticas y las acciones del Gobierno y se constate que tienen el efecto que se espera en el territorio. Hay que recorrer permanentemente Andalucía, estar con los colectivos que representan a la gente. Quiero que se vea que el Gobierno trabaja para superar la situación tan dura que vivimos. Ahora viene un plan extraordinario con los 27.000 millones consignados en los presupuestos de 2021. Quiero informar a los municipios y diputaciones. Que Andalucía salga bien parada. Es la comunidad más grande en población, como si fuera un país europeo.
–Y se encontrará que la Junta es crítica con el reparto de ayudas. ¿Recibe Andalucía lo que le corresponde? Los datos de la Junta dicen que, por población, no.
–El ruido excesivo y la bronca hacen que la gente deteste a la política y a los políticos. Hablé con Juan Manuel Moreno el miércoles por la tarde para ponerme a su disposición y él también lo hizo. Tenemos que ir de la mano. A veces se lanzan acusaciones que no se corresponden con la realidad. Andalucía lleva ya más de 7.000 millones recibidos. Y para el reparto de los fondos europeos hay una conferencia sectorial. Andalucía ha presentado proyectos por importe de 80.000 millones y son 70.000 los que se repartirán en toda España, no se podrán atender todas las peticiones. El Gobierno está haciendo un esfuerzo muy grande con Andalucía. No comparto ese tono, es un enfrentamiento gratuito. Se busca la rentabilidad política pero lo que hace es que la política no rente porque la gente la detesta. Pulso la calle y escucho las conversaciones. Cuando oigo decir «estos son unos sinvergüenza» me duele, porque hay muchos políticos que trabajan con un sacrificio tremendo. En Baza, todas las medidas extraordinarias de apoyo frente a la covid las hemos tomado por unanimidad. Esto no va de jugar para buscar votos en río revuelto. Va de gente que está muriendo y negocios que están cerrando.
–Un motivo para la discusión es que en el último reparto de ayudas directas se ha primado a Canarias y Baleares por el coste turístico de la pandemia pero no se ha tenido en cuenta el peso que el turismo tiene en Andalucía. ¿Cómo se justifica?
–Son casi 2.200 millones los que le han correspondido a Andalucía, a los que hay que sumar otros anticipos y planes extraordinarios. Cuando se hagan todos los números nos daremos cuenta de que no es cierto el agravio. Andalucía es la comunidad más importante en población. Esto es una crisis de las personas, no es financiera. Veremos que, en la foto final, Andalucía en absoluto saldrá perjudicada. El Gobierno está haciendo grandes desembolsos. Se consiguieron esos 140.000 millones de euros en Europa con una magnífica gestión; donde, por cierto, faltó el apoyo en su momento de Pablo Casado. Se vendió por Europa que no se podían fiar mucho de nosotros. No es cierto que Andalucía esté perjudicada.
–Se espera que el mes de abril suponga un impulso en la campaña de vacunación. ¿Qué le han trasladado?
–Lo compartí con el presidente de la Junta el miércoles: necesitamos coger velocidad de crucero para estar en mayo entre el 30 y 40% y poder llegar al 70% de la población vacunada durante este verano. Ese será el punto de inflexión que permitirá que se pueda tener una actividad con un nivel de riesgo menor. Confió plenamente en coger esa velocidad de crucero y llegar al verano con un porcentaje con el que veamos que estamos doblegando de verdad el virus.
–¿Le trasladó algún asunto inmediato el presidente de la Junta en esa conversión?
–Fue protocolaria. Agradecí que estuviera en el acto de toma de posesión el consejero Juan Bravo. Hablé con él; una conversación afable, que es la que a mí me gusta. Aunque después seamos contundentes o entendamos que algo se está haciendo mal. Pondré de manifiesto aquello con lo que no esté de acuerdo pero sin necesidad de crispación. No buscando el voto, sino que se gestione bien.
–En la toma de posesión hubo otra foto que se presta a interpretaciones. El vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, difundió una en la que aparecía con usted y con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
–No la he visto. Hubo muchas fotos. A Juan Espadas lo conozco de cuando fue consejero porque estaba en su equipo Nieves Masegosa [compañera de Baza]. Es el alcalde de Sevilla, estaba en el acto... pues una foto.
–Pero sucede que es candidato in pectore a las primarias socialistas...
–Todo se comenta. Si, al final, Juan Espadas decide que tiene la voluntad de presentarse, como si la tiene mi concejal de Hacienda de Baza, podrá hacerlo.
–Pero la otra persona que aparecía en la imagen, Gómez de Celis, ha dado por amortizada a Susana Díaz y dice que el mejor valor del PSOE andaluz es Juan Espadas. ¿Ha pasado la etapa de Susana Díaz?
–Es la secretaria general y a lo largo de este año habrá un proceso de primarias. Se abrirá cuando proceda. En ese momento se sabrá cuántos candidatos hay. Ahora mismo, Susana Díaz es la secretaria general del PSOE-A. Cuando llegue el momento, la militancia tendrá la palabra con su voto personal y secreto.
–¿Habló con Sandra García?
–Cuando iba para Madrid y supe que el nombramiento se aprobaría el martes, llamé a Pepe Entrena [secretario provincial del PSOE] y hablé con Sandra. Nuestras vidas van en paralelo y nos une una gran amistad. Es una gran trabajadora y cada vez que la he llamado me ha atendido. Pero esas decisiones no las toma ni ella ni yo. Estamos en un sitio y mañana en otro.
–Pero comprende que su situación sea extraña cuando cesa tan solo catorce meses después. Y que Sandra García se pregunte por qué ella cuando todo el mundo dice que ha hecho un gran trabajo.
–El Gobierno tiene que tener la libertad de elegir que, en un momento determinado, no por ser mejor o peor, hay un perfil más adecuado. Cada martes voy a estar sometido a un consejo de ministros, este es un cargo de semana en semana. Sandra lo hará bien dónde esté, seguro.
–¿Estará en algún sitio?
–No depende de mí. Le deseo lo mejor en el futuro inmediato. He reconocido públicamente su trabajo y ahora me toca a mí, no sé el tiempo.
«A veces hay que dar pasos. No puedes quedarte atrapado en la nostalgia»
–¿Cómo se siente tras dejar Baza tras 14 años? ¿Había acabado el ciclo?
–Hablamos de impulsos. Lo único que le puedo decir es que se me ha quebrado la voz en las últimas intervenciones. A mí, Baza me ilusiona. Pero a veces hay que dar pasos porque hay gente que tiene muchas ganas. El primer teniente alcalde tiene una ilusión inmensa, y es mayor que yo. He conformado cuatro equipos, cuatro mayorías absolutas, que en el año 2011 era impensable. Cuando me fui en 2007 tenía Baza transformada en mi cabeza. Hemos hecho muchas, se ha modernizado la ciudad y se ha hecho más amable. He dicho que no quiero ningún tipo de despedidas, me gusta mirar hacia delante. No puedes quedarte en la nostalgia ni atrapado en un momento. Estoy muy tranquilo con el equipo que se ha quedado. Y Manuel Gavilán tiene una solvencia y capacidad de diálogo extraordinarias.
–Y le pedirán el tren...
–Claro que hay que pedirlo. La cohesión territorial significa darle la oportunidad a los territorios. Esa España vaciada y rural tiene una estrategia y parte de tener recursos y servicios. La gente se queda a vivir en Baza porque tiene servicios.
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