La militancia cofrade
Aunque el curso cofrade ya lo iniciamos en septiembre, nos adentramos en un periodo apasionante en el que se nos unen los centenarios de varias ... hermandades junto con el de la propia Federación, lo que hace de este ciclo una ocasión memorable para disfrutar de todo lo que hemos sido capaces de hacer en los últimos cien años, por la Semana Santa en particular y nuestra ciudad en general.
La historia de esta centuria de reconstrucción y recuperación de nuestra Semana Santa está plagada de hombres y mujeres que han apostado por nuestra tradición religiosa que con mucho entusiasmo y desinterés, han ido trabajando porque Granada tuviera una Semana Santa a la altura de su importancia, riqueza patrimonial y poso cultural, salvando todas las dificultades que se nos han presentado y, haciendo que, en la actualidad, podamos presumir en igualdad de condiciones con cualquier otra semana de pasión que se precie.
La apertura en el último lustro de nuestra Semana Santa a la sociedad, incardinada con las instituciones públicas y privadas, más la entrada en sus juntas de gobierno de la mujer y especialmente de la juventud, suponen una garantía de continuidad extraordinaria, pero como todo fenómeno que irrumpe con buena intención, necesita de la mesura y el encauzamiento de la veteranía experimentada para no perder de vista nuestro objetivo principal, procurando que los egos, los bandos, la soberbia y el autoritarismo, no sean los que primen en la vida diaria de las hermandades y, de esta manera, evitar que tengamos que asistir a la interrupción de procesos electorales que luego se reanudan sin explicación, o al nombramiento de comisarios y gestoras que tanto retrasan los procedimientos aceptados por todos en nuestros estatutos y reglamentos, pues no podemos olvidar que las hermandades son las asociaciones más importantes que tiene la iglesia a la que pertenecemos.
Apuestas por la tradición
De la imbricación cofrade con la ciudad, dan cuenta las colaboraciones que desde el seno de las hermandades se llevan a cabo, que nada tienen que ver con sacar una procesión a la calle. Hablo –ya que estamos en fechas cercanas– de la realización de belenes, algunos de extraordinaria belleza, que distintas hermandades montan para festejar la navidad abriéndolos al público, cuyo concurso e itinerario ya son de visita obligada durante estos días que festejamos la venida de Jesús. Y de manera paralela, la labor social que se tiene con los conventos al poner a disposición de los ciudadanos todos los dulces de nuestras monjas, que este año se ofrecerán al público en la plaza de Bib-rambla.
De igual manera hay que elogiar la intervención de las hermandades en la instalación de cruces de mayo, imprimiendo a nuestra tradición una de las parcelas mayores para compartir con la ciudadanía, pero estas deberían mostrar el mismo interés en montar un altar de Corpus al paso de la custodia porque, el pasado año, la mayoría de ellas no acudieron a esa cita, y eso es otra cosa que la ciudad reclama, aunque hay que espolear también a las distintas instituciones públicas y privadas que, con el paso de los años, se han ido cayendo de una convocatoria tan nuestra como el altar de Corpus.
Me consta que la mal llamada 'Bolsa de Caridad', que yo nombraría 'Obra Social', también la llevan a cabo las hermandades con su entorno más inmediato, atendiendo a las personas más necesitadas de su barrio que puntualmente acuden a la parroquia solicitando auxilio para llegar a fin de mes, y eso no se produce solo en Navidad, la brecha social es cada vez más grande, dándose la paradoja de que padres de familia con empleo y nómina, no llegan a final de mes y, eso lo resuelven algunas hermandades.
Miles de cofrades
Se calcula que somos un censo de población, muy cercano a los 35.000 hombres y mujeres los que participamos en la Semana Santa de Granada que además durante todo el año dinamizamos sectores como el bordado, la cera, la flor, la talla, el dorado, la imaginería y la restauración, con una incidencia en la hostelería durante la semana de pasión valorada en millones de euros, de manera que somos una parte importante del tejido social y religioso de esta ciudad, que no debe permitirse la división interna en las hermandades, que no debe aceptar que las juntas de gobierno salientes tras unas elecciones, desaparezcan de la cofradía y, mucho menos, que vean el paso de sus titulares desde la acera vestidos de paisano. Todos somos importantes y necesarios, aunque no estemos ya en la junta de gobierno. Por cierto, que, ya va siendo hora de aprovechar toda esa experiencia saliente, formalizándola en una especie de 'Consejo de Ancianos' donde, con voz y sin voto, se escuche a los que nos precedieron en tan altas responsabilidades, porque de todos se aprende, máxime si estuvieron antes que nosotros. Una nueva junta de gobierno no puede ser la venganza de la anterior. Todos debemos remar en la misma dirección, incluyendo a los componentes de la tertulia 'El Atril', cuyos hombres y mujeres tuvieron el privilegio por su capacidad y experiencia, de pregonar nuestra semana santa.
Solo de esta forma y, arropados bajo el manto de nuestra Centenaria Real Federación de Hermandades y Cofradías, tendremos el peso necesario y exigible que nos corresponde, ante las instituciones públicas y privadas, a las que tanto tenemos que agradecer, pero que tanto nos necesitan pues formamos parte de la misma sociedad y hemos demostrado en el último siglo que la historia de Granada no estaría completa sin su Semana Santa, sin el entusiasmo desinteresado de todos y cada uno de sus componentes que, a base de horas de trabajo altruista, nos han traído hasta aquí, a este punto histórico en el que la semana santa de Granada, vive sus mejores años. Feliz Centenario.
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