Los Tedax de Granada incautan en tres años más de 260 bengalas en la basura y alertan de su peligrosidad
Casi siempre son de uso marítimo; la administración no ofrece depósitos donde entregar las que están caducadas y tampoco hay empresas que las recojan en Granada
A los Técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos (Tedax) de la Guardia Civil hay un artículo que les trae de cabeza. Podríamos imaginar ... que se trata de cócteles molotov, granadas o explosiones de gas, pero es un elemento que se puede comprar en Internet en cuestión de segundos: las bengalas de uso marítimo. Los dueños de los barcos tienen que llevarlas a bordo por obligación, pero cuando caducan surge el problema. Cientos de ellas se tiran a la basura, con el consecuente peligro de que provoquen un incendio. En dos años y medio, los Tedax han incautado más de 260 artículos de este tipo caducados en la planta de residuos de Alhendín.
Las bengalas son uno de los sistemas tradicionales que los tripulantes de barcos utilizan para alertar de una situación extrema. Cuando su vida útil llega a su fin, los dueños están obligados a devolverlas y adquirir otras. El problema es que en Granada no hay sitios habilitados para ello, según explica Sergio, responsable de los Tedax. «Se supone que hay que llevarlas a la empresa donde se han comprado, pero están fuera de la provincia . Una de las más famosas está situada en el País Vasco», detalla. Lógicamente, al que tiene su embarcación en La Herradura no le pilla de paso. También hay proveedores, intermediarios que les venden estos productos, pero tampoco tienen «capacidad para quedárselas».
Por otro lado, la Subdelegación del Gobierno, a través del área de Industria y Energía, debe establecer lugares para que se puedan entregar, Sin embargo, en España no existen, tal y como relata el sargento. Este fallo institucional provoca que los dueños de estos elementos pirotécnicos los tiren a la basura. Y ahí se genera la situación de peligro. «La bengala lleva un envase y unas protecciones que se caen y se mezclan con la basura. Van en el camión y las puede triturar, generándose la energía mínima de iniciación necesaria que puede provocar un incendio», manifiesta el responsable de los Tedax en Granada.
Las bengalas -el 99% son de salvamento marítimo- llegan muy deterioradas a la planta de residuos y se detectan en los procesos de clasificación. «Tienen una anilla sujeta al cordel y, al tirar, se inicia la bengala. Están recubiertas con un capuchón que es normal que se caiga, ya que el artículo recibe muchos golpes. El riesgo de incendio es evidente», añade Sergio. Son los propios operarios los que las encuentran, poniéndose en riesgo.
Lo que sí está consolidado es el protocolo de actuación de la Guardia Civil cuando se hallan estos elementos en la basura. Se les avisa y las intervienen. «Sucede casi a diario, hay cientos de ellas en Granada», apostilla. Este mes ya han recibido varios avisos por esta razón.
Granadas y cócteles molotov
Pese a que el hallazgo más común en la provincia son las bengalas, lo cierto es que hay otros tantos elementos que requieren la intervención de estos técnicos. Desde 2022 hasta la fecha, en la provincia se han intervenido un total de 24 artefactos reales convencionales, que son aquellos que se suelen utilizar en las guerras, como las granadas.
El tercer hallazgo más habitual son los artefactos explosivos improvisados, elaborados manualmente para causar lesiones en personas o daños en bienes mediante la activación de una carga explosiva. Desde hace dos años hasta ahora se han incautado ocho en Granada. Antes pertenecían a ETA, pero en la última década no se ha detenido a nadie en la provincia que tuviera uno de ellos preparada para atentar, según explica el jefe de los Tedax.
Los que ahora los elaboran pertenecen al crimen organizado o a la delincuencia común -el tráfico de marihuana tiene mucho que ver-. «Se utilizan para venganzas y muchos de ellos son cócteles molotov. También para explotar cajeros, unos siete en la última década. El último fue este mismo año», detalla el especialista.
Las explosiones forman parte igualmente del trabajo de los Tedax. En 2022 se registraron dos de gas, provocadas por individuos que extraían aceite de hachís a partir de la manipulación de gas butano con las hojas de marihuana. Mediante esta práctica se obtiene una resina de origen cannábico altamente concentrada, pero los riesgos son claros, como recuerda el sargento. Aquel caso dejó a seis personas con quemaduras muy graves, generó destrozos en tres viviendas y un riesgo para terceros muy importante.
Por último, destacan dos explosiones de gas butano, ambas en 2023. Una de ellas ocurrió en una vivienda de Maracena, de forma intencionada, y generó «mucha preocupación social». Dos hermanos, moradores del inmueble, presuntamente provocaron la deflagración colocando dos bombonas de butano abiertas y con las gomas cortadas en el salón y dejando en uno de los dormitorios un brasero encendido.
Es de sobra conocido el último caso relacionado con explosiones de viviendas, aunque en este caso no llegó a producirse. Hace un mes, un hombre se atrincheró en su domicilio de Las Gabias y, ante la amenaza de hacer estallar el inmueble, generó el caos durante horas. Los Tedax de Granada fueron activados, pero su intervención, afortunadamente, se resumió en muchas horas de trabajo, asesoramiento y un informe de lo ocurrido.
Siete especialistas
Como puede comprobarse, el trabajo de los Tedax es muy variado. La especialidad se creó en 1973 a raíz de ETA. «Nos estaban matando, había que desactivar bombas y no sabíamos», detalla Sergio. Con el paso de los años, el grupo ha pasado a encargarse de todas las apariciones en su ámbito de actuación de artefactos de origen nuclear, radiológico, biológico y químico. En Granada hay siete especialistas, que también trabajan en la provincia de Jaén, donde no existe esta especialidad.
La mayor parte del trabajo se basa en practicar para posibles intervenciones, investigar. «Nos vamos adaptando a las nuevas técnicas de los delincuentes. Hay mucho estudio, porque la fenomenología de artefactos explosivos ha cambiado. ETA tenía unas técnicas, tácticas y procedimientos (TTP) concretas, pero luego han ido desapareciendo y surgiendo otros», comenta. También asesoran al mando sobre estos temas y realizan reconocimientos preventivos para garantizar la seguridad en eventos.
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