Los técnicos abordan el paso final antes de reabrir la carretera de la Sierra

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Según explica el director general de infraestructuras viarias, Enrique Catalina, en cuanto se produjo el derrumbe se metieron de inmediato dos excavadoras que limpiaron la carretera para poder sacar de Sierra Nevada los más de 60 autobuses que estaban en la estación y que salieron todos en la tarde del domingo. También llegaron dos retroexcavadoras de gran tonelaje para empezar el lunes a primera hora a movilizar todo el material rocoso que se había desprendido del macizo.

«Entre el lunes y martes, este material se ha estabilizado, se han hecho tres plataformas horizontales para darle estabilidad a la ladera y todo el material suelto se ha colocado en el borde de la calzada también como prevención por si cae alguna otra piedra o algún desprendimiento», explicó Enrique Catalina.

El responsable de infraestructuras viarias de la consejería de Fomento indicó que el martes por la tarde, la ladera ya está estabilizada y lo que quedaba por delante era cortar la cornisa desde donde se desprendió el macizo rocoso. «Es una cornisa que era en voladizo y que entendemos que todavía tenía peligro por eso hemos ido con la retroexcavadora a darle seguridad para evitar que se pueda desprender», dijo.

Ese es el paso final de esta obra que se comenzó ayer. A partir de ahí los técnicos entienden que «ya estarán en posibilidad de volver a abrir la carretera». Según manifestó el responsable de estas infraestructuras de Fomento, a partir de ahí, cuando reabran, se producirán cortes temporales o cortes de un carril para rematar la operativa en esa zona.

Los técnicos siguen trabajando durante las 24 horas alumbrados por torres de luz a pie de ladera hasta que todo esté preparado para la esperada apertura.