El taller de Granada que ofrece relax a base de cerámica: «Ni el yoga relaja tanto»
TonyPotter es un taller de cerámica que desde 2022 ofrece clases a todo tipo de público, desde niños hasta ancianos
La cerámica está en auge. En un mundo en el que lo digital tiene cada vez más peso, son muchas las personas que buscan volver a hacer las actividades de siempre, las de toda la vida que se pueden palpar con las manos. Y eso ha propiciado que desde hace algunos años la cerámica esté de moda en Granada.
Culpa de que esto sea así la tienen personas como Antonio Aguilera, que a través de TonyPotter, su taller de cerámica, ofrece clases para todos los públicos con único objetivo: acercar su gran pasión, la cerámica, al máximo de personas posible. Su taller de cerámica, ubicado en el número 4 de la calle Reñidero, es uno de los más destacados de la ciudad. Algo que no se habría podido imaginar ni en sus mejores sueños.
«Soy aparejador y trabajé durante 23 años en Córdoba, la cerámica era una afición. Sin embargo, justo antes de la pandemia decidí cambiar y hacer que mi afición se convirtiera en mi profesión», explica Antonio a IDEAL. Hizo un Ciclo Superior de Cerámica en la Escuela de Arte y al terminarlo, en 2022, montó un taller muy pequeño en el que empezó a dar clases de cerámica para adultos y niños. Más tarde se mudaría al Realejo, su barrio. Sin embargo, necesitaba más espacio y terminó por cambiar a su ubicación actual. «Jamás me podría haber imaginado llegar a donde estoy ahora, la verdad. Me da mucha satisfacción y felicidad ver lo que he conseguido».

En su taller ofrece muchas actividades diferentes, todas ellas relacionadas con un mismo protagonista: la cerámica. En 'Pinta tu propia pieza' ofrece una experiencia creativa en la que los asistentes pueden pintar una pieza que ha pasado ya por el horno una ver previamente. También cuenta con una sala en la que se trabaja con barro y la gente modela sus piezas haciendo todo el proceso de inicio a fin.
«Trabajamos con gente de todo tipo, desde los que no han tocado el barro nunca, hasta quienes han estado en escuelas de arte»
Antonio Aguilera
Propietario de TonyPotter Cerámica
Y además de todo esto, ofrece talleres monográficos en los que enseña a elaborar tazas, platos y cuencos para desayunar o cuencos pequeños y tablas para el aperitivo. «Trabajamos con gente de todo tipo, desde los que no han tocado el barro nunca, hasta quienes han estado en escuelas de arte», detalla Antonio, que explica que adaptan cada uno de sus talleres a la destreza y el nivel de cada alumno de forma personalizada.



En cuanto al auge de la cerámica, el propietario de TonyPotter reconoce que durante los últimos años «está habiendo un boom» y que el interés es «creciente» en la actividad. Y considera que no solo ocurre con la cerámica, sino con todo lo que tiene que ver con el «trabajo manual», algo que se estaba perdiendo un poco pero que «ahora está volviendo». «Hay mucha gente que lo hace como terapia para relajarse. La verdad es que nada relaja tanto como las clases de cerámica, ni el yoga, el pilates o la playa».
Sobre el futuro de su taller, Antonio reconoce que no es algo en lo que se pare mucho a pensar: «Jamás pensé en llegar a tener un taller así, así que no pierdo mucho tiempo pensando en el futuro». Eso sí, tiene claro que TonyPotter no parará de crecer y ofrecer nuevas actividades. Sin ir más lejos, adelanta que pronto montará un taller de tornos en el sótano, una actividad que le demandan mucho, y asegura que su taller «todavía tiene espacio para más».
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