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El nuevo arzobispo coadjutor, Gil Tamayo.

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El nuevo arzobispo coadjutor, Gil Tamayo. Ramón L. Pérez
Nuevo arzobispo de Granada

«No soy un superhombre, vengo a servir, a serviros»

Gil Tamayo pronuncia sus primeras palabras como arzobispo coadjutor de Granada en la Eucaristía celebrada en la Catedral

JORGE MARTÍNEZ

Sábado, 1 de octubre 2022, 14:11

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José María GIl Tamayo ha tomado posesión en la mañana de este sábado como arzobispo coadjutor de la Archidiócesis de Granada, en una eucaristía estacional concelebrada en la Catedral con el prelado titular, monseñor Javier Martínez Fernández, y la presencia del primer secretario de la Nunciatura Apostólica en España, Daniele Liessi.

A la ceremonia han asistido también tres cardenales, entre los que se encontraba monseñor Antonio Cañizares, actual obispo de Valencia y predecesor en la diócesis granadina al actual arzobispo. Ha habido en el presbiterio hasta 36 obispos y arzobispos y alrededor de doscientos presbíteros de la diócesis granadina y de sufragáneas de la provincia eclesiástica, además de seminaristas y acólitos que han formado la larga procesión de entrada.

En su intervención ante los fieles, Gil Tamayo ha pedido la protección de la Virgen de las Angustias, San Cecilio, San Juan de Dios y el beato Fray Leopoldo. «No soy un superhombre, por supuesto. Soy un pobre obispo sucesor de los Apóstoles que el sucesor de Pedro envía para serviros» ha dicho el nuevo arzobispo coadjutor de Granada en su alocución final de la eucaristía.

«Me pongo hoy a caminar con vosotros, con esta Iglesia que lleva ya un largo camino llenos de santidad y de realidades cristianas vivas y con esperanza ante los retos evangelizadores que se nos presente, sabiéndonos como nos dice el Papa Francisco ser una Iglesia en salida. ¡No somos «administradores de decadencia! ¡Que el pesimismo no nos contamine ni nos paralice! ¡Fortalezcamos la esperanza! Dios no nos va a faltar», ha añadido.

A las once se inició la ceremonia religiosa que se había precedido por la recepción de los dos prelados en la puerta principal de la Catedral. El deán de la Catedral, Eduardo García, dio a besar la reliquia del Lignum Crucis y se adentraron ambos en procesión hasta el altar mayor donde oraron por unos instantes. Después, a las once dio comienzo la eucaristía en la que Granada ha dado la bienvenida a Gil Tamayo.

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