Suavizan la pena a un secuestrador porque pidió perdón a la mujer y los hijos de la víctima
La Audiencia de Granada impone dos años y medio de cárcel al reo por la detención ilegal de un conocido que le debía mil euros
El acusado se topó en una localidad de la Costa Tropical con un conocido que le debía mil euros y lo secuestró para obligarle a ... que le abonase la deuda. Fue un rapto 'itinerante'. El procesado amenazó a la víctima para que entrase en su coche, donde ya había otras tres personas, y se dirigieron a una población del Área Metropolitana de Granada.
Detrás del ese vehículo, circulaba otro en el que iban la pareja del presunto moroso, que estaba embarazada, y sus tres hijos, que fueron forzados a seguir al turismo del sospechoso. La mujer y los niños estaban aterrados por la suerte que podía correr el afectado. Llevaban el miedo en el cuerpo.
El extraño e inquietante viaje se prolongó durante una hora y cuarto. El destino era el domicilio de un hermano del acreedor al que esperaban sacar los mil euros. Pero el plan no salió según lo previsto. El imputado no encontró al pariente del retenido y decidió dejarlo ir. Pero no fue una liberación amistosa precisamente. Exigió «nuevamente» a la víctima que le devolviera el dinero, «conminándole a que estuviera pendiente» del «teléfono en fechas y horas concretas en su domicilio, en que lo llamaría para controlarlo y advirtiéndole que no se le ocurriera acudir a la Guardia Civil, pues tenía gente para vigilarlo a él y a toda su familia», recuerda la sentencia de la Audiencia que enjuició el caso.
«Arrepentimiento»
Tras esa retahíla de amenazas, el encartado hizo algo que ahora le ha servido par ver atenuada su condena por un delito de detención ilegal: pidió perdón a la familia del damnificado, que aguardaba ansiosa el momento re reencontrarse con él. «Las acusaciones han interesado por el delito de detención ilegal la pena de tres años de prisión . Hay que desestimar esta pretensión en atención a que el acusado, al concluir la acción criminal, quizás movido por el arrepentimiento, tuvo la deferencia de pedir disculpas a (la esposa)y a sus hijos, las víctimas secundarias del delito, que también se vieron obligadas a realizar una acción contraria a su voluntad, la de seguir el coche» en el que iban el procesado y el perjudicado, detalla el fallo.
«Hostigamiento»
En este sentido, el tribunal provincial impone al reo una pena de dos años y medio de reclusión, seis meses menos de cárcel que los que reclamaba la fiscalía.
Pese a las advertencias del investigado, el afectado, que tras el incidente llegó a recibir cada media hora llamadas telefónicas para que pagase los mil euros, presentó una denuncia ante la Guardia Civil para poner fin al «hostigamiento» que sufría.
La resolución no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Andalucía.
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