El sol está que arde y puede causar alteraciones eléctricas
La Agencia Espacial Española alerta de una tormenta en el astro rey que puede tener incidencia en la vida cotidiana de la Tierra
El sol está que arde. El aviso es de la Agencia Espacial Española (AEE) y lo han difundido los servicios de Protección Civil, caso de ... Asvogra, la Asociación del Voluntariado de Emergencias de Granada. El astro rey está siendo azotado por una furiosa tormenta, un suceso que puede tener incidencia en la vida cotidiana en la Tierra. La advertencia está escrita en un lenguaje denso y muy técnico, pero de su lectura parece deducirse que puede haber perturbaciones en el suministro eléctrico, una posibilidad que, de inmediato, lleva al pasado reciente, al oscuro 28 de abril, el día del gran apagón que sumió en las tinieblas a la Península Ibérica.
«Este tipo de fenómenos puede tener diversos efectos, entre ellos, alteraciones en redes eléctricas de alta latitud, perturbaciones en comunicaciones por radio de alta frecuencia, posibles errores temporales en sistemas de navegación por satélite y efectos transitorios en satélites en órbitas bajas debido al incremento de la densidad termosférica», dicen los expertos en la materia.
Vigilantes
Sin embargo, también admiten, en un tono tranquilizador, que «hasta el momento, no se han reportado anomalías importantes por parte de los operadores de satélites».
En ese sentido, indican, además, que las «condiciones se han moderado ligeramente», pero, a renglón seguido, recalcan que hay que mantener la guardia alta. «Aunque los modelos de predicción indican una alta probabilidad de que la actividad vuelva a intensificarse en las próximas 24 horas».
Así las cosas, la Agencia Espacial Europea, «de la que España es miembro a través de la AEE», sigue vigilando «activamente el evento a través de su red de servicios de clima espacial y, por el momento, no se prevé una situación de peligro, que podría darse si el índice alcanza el nivel extremo de 9».
La tormenta solar ha sido etiquetada con el nivel G4 en una escala que va de G1, el mínimo, a G5, el nivel extremo.
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