«Los sindicatos saben que para salir de esta situación hay que contener salarios»
Gerardo Cuerva | Presidente de Cepyme y líder de los empresarios granadinos ·
«No vale intervenir los beneficios de las eléctricas. Mañana pueden ser las fábricas de zapatos porque estén ganando mucho dinero»¿En qué momento de la crisis estamos?
–La actividad se ha reactivado pero no estamos en los umbrales que necesitamos.
–Decía esta ... semana la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que los datos de empleo eran espectaculares.
–Los datos son buenos pero hay que compararlos con el trimestre correspondiente de años anteriores. Los propios sindicatos advierten de que hay que ver aún la estabilidad de esos empleos. Pero si los números del paro son estos es porque la empresa, aun sufriendo, está contratando.
–¿No es entonces un milagro de la reforma laboral?
–En absoluto. No me gusta que la vicepresidenta del Gobierno diga sin más explicaciones que se han incrementado los contratos indefinidos. Si ya no existen los temporales, pues se hacen indefinidos.
–¿La inflación se contendrá con las medidas en marcha?
–Esta espiral inflacionista es muy complicada de controlar. Dicen los expertos que hay que enfriar la economía, pero no nos pasemos, vayamos a congelarla. Ojo a la subida de tipos. Ojalá seamos capaces de contener la inflación y no entremos en la espiral de los setenta. Para ello hay que contener los salarios. El propio Gobierno lo hace con los funcionarios públicos, que suben un 2%. Pero, ¿qué va a pasar con sus pensiones? Se iban a indexar al IPC y ahora hay un problema real. Hay que contener los salarios porque la empresa está conteniendo sus beneficios. Hay otra pata de la que no se habla y es de la propia administración. Los ciudadanos se están apretando el cinturón, la empresa está apretando el cinturón y la administración, no. Le pido eficiencia.
–Durante la pandemia ha funcionado el diálogo social. Pero el 1 de Mayo cambió el discurso. Los sindicatos vaticinaron «conflictividad social» y reclaman la subida de salarios. Esta semana ya se ha visto en Granada con la hostelería.
–Cuando se acerca el 1 de Mayo el sentir sindicalista aflora. Los sindicatos saben que para salir de esta situación es necesario contener salarios. Subidas moderadas, no decimos no subir. También hay nichos que funcionan y están subiendo los salarios sin moderación. Los sindicatos tienen que ser conscientes.
–Tiene mucha relación con la vicepresidenta Yolanda Díaz. ¿Cómo la ve? Ahora hasta Pablo Iglesias parece que se arrepiente de haberla señalado.
–No voy a valorarla políticamente. No me gusta su modelo económico. No soy comunista, creo en el libre mercado, en la propiedad privada, en el papel de la empresa para el progreso de la sociedad. No comparto que el progreso esté de la mano del comunismo. Ahora anuncia que va a trabajar por que los trabajadores tengan una cuota en los consejos de administración de las empresas. Son lindezas que en un sistema económico comunista pueden tener sentido.
–Pero una ministra con unas convicciones tan profundas ha sido capaz de llegar a acuerdos con empresarios.
–En nuestro ADN tenemos la palabra negociación. No quiere decir que firmes un pacto y estés de acuerdo. En un pacto te dejas pelos en la gatera. Pero la estabilidad que debíamos dar al país estaba por encima. En España tenemos que levantar la vista y tener luces largas, que no estoy viendo. Estamos inmersos en el cortoplacismo.
–Como conocedor del mercado energético, ¿es normal la situación en la que estamos?
–El mercado energético se encuentra en una situación sobrevenida, que obedece a una matriz energética que hemos decidido en los últimos más de veinte años. Hemos cerrado centrales de carbón, ponemos en cuestión las nucleares… y cuando se produce una subida desmesurada en el gas, nuestra matriz energética se resiente. Lo que no vale, como dice la vicepresidenta del Gobierno, es intervenir los beneficios caídos del cielo de las empresas. Eso será en otras latitudes. En España la seguridad jurídica es un principio básico.
–Pero se han recortado.
–A ver cómo se hace, porque serán deudas que se pagarán a posteriori. Podemos revisar las reglas del mercado, la matriz energética… Lo que no vale es la intervención en los beneficios. Mañana pueden ser las fábricas de zapatos porque estén ganando mucho dinero.
–También habrá empresas que ganen más. O no existen los beneficios caídos del cielo.
–Nadie dice que en España una hidráulica cobra cero euros a las dos de la mañana. Detrás hay un sistema de veinte años en Europa y que se ha admitido en España. Se decidió que no se fijaba el precio por tecnología sino que se establecía un mercado marginal, donde la última energía que necesitamos marca precio. Lo que no vale es meter la mano en el cajón a las empresas; al menos, en el mundo en el que yo vivo.
–¿Entiende que el ciudadano se sienta indignado e impotente cuando paga estos precios?
–Cómo me siento yo como empresa. Hay mucha pyme que no puede aguantar ese incremento desmesurado de la energía.
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