El siguiente paso en el camino de Macarena Olona
«Soy responsable. No pienso en mí. Otra cosa es valorar los nuevos escenarios después de las municipales», asegura la exdiputada en una conversación con IDEAL
El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, cerró el jueves la puerta de retorno a Macarena Olona: «Hasta aquí. ... Este es el final del camino». Lo que pasa es que a Olona le ha dado por andar y le va la 'marcha'.
La exdiputada en el Congreso por Granada, otrora marcial y jerárquica en las relaciones con el que fuera su partido, ha deslizado algunas críticas sobre el funcionamiento interno. Nada que no advirtieran en su momento, por ejemplo, muchos periodistas que trataban con Vox y con la gestión de su propia campaña como candidata al 19J. Pero la luz se suele ver cuando se llega al final del camino.
Macarena dejó de forma abrupta la política el 29 de julio porque tenía motivos personales –incluidos los de salud– que le impidieron pensar siquiera en el medio plazo. A menudo, el temperamento es incompatible con las distancias cortas.
Noticia Relacionada
Ocho meses de precampaña para la batalla de los pueblos
Es evidente que –al margen de la versión oficial– también había un distanciamiento con parte del aparato de su partido; en especial, con el secretario general, Javier Ortega Smith. A él atribuyen la elaboración de unas listas que no eran del agrado de Macarena. También, pretender circunscribirla después al ámbito exclusivo del Parlamento, sin protagonismo orgánico en Andalucía.
En su regreso caminante, Olona ha querido canalizar el malestar de otros círculos de Vox que se sienten como ella. Pero entre Ortega Smith y Macarena con sus voces críticas, el partido ha optado por preservar al primero y afear que algunos oportunistas se aprovechen –más o menos así lo dijo Espinosa de los Monteros– de la abogada del Estado.
Pero el camino no acaba. Macarena Olona tendrá otra aparición pública mañana lunes en Sevilla, junto a Mario Conde –complicado escorzo–. Y en la segunda semana de octubre pasará por Málaga. No pretende crear un nuevo partido «ahora» porque «sería malo para España». «Soy responsable. No pienso en mí. Otra cosa es valorar los nuevos escenarios después de las municipales», comenta en una conversación ayer.
Quieta tampoco se va a quedar mientras perciba retorno. Quizás el camino concluya en algo más adelante, tal vez una plataforma. Un movimiento que, de inicio, ni siquiera tenga descarada motivación electoral.
El camino más corto, a veces, no es en línea recta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión