«Siento alegría por estar viva y porque todos saliésemos vivos del terrible accidente»
La Delegada de Educación de Granada abandona el hospital después de tres meses ingresada tras de sufrir un siniestro en una jornada de trabajo en la Alpujarra
Ana Berrocal, que es la Delegada de Educación de la Junta de Andalucía en Granada celebra la vida después de estar a punto de perderla ... en un accidente de coche que sufrió en una jornada de trabajo de visita a colegios de la Alpujarra. Ahora, tres meses después, con el alta hospitalaria en la mano se muestra muy agradecida. Primero, al destino, al azar o aquello que la salvó y segundo, a quienes la han atendido y cuidado en este tiempo. «Siento una gran alegría, una enorme satisfacción y un profundo agradecimiento. Alegría por estar viva y porque todos saliéramos vivos del terrible accidente y estemos ahora en vías de recuperación, sin graves lesiones que sean permanentes», expresó ayer en el hall del hospital San Rafael de donde ha salido para seguir recuperándose de las heridas que le produjo el siniestro.
El pasado 25 de marzo, la Delegada de Educación viajaba en un coche de visita por varios centros escolares alpujarreños cuando, en una carretera estrecha de Órgiva, un vehículo impactó contra ella y su equipo. Ana Berrocal fue ingresada en la UCI y ahí comenzó un largo camino de recuperación hospitalaria que terminó ayer, con el alta.
«Me quedan aún meses de rehabilitación hasta la completa recuperación que seguiré haciéndola en el hospital de San Rafael, como paciente externo. De hecho empiezo este lunes», expresó ayer Ana Berrocal. «Siento satisfacción y orgullo del buen sistema sanitario que tenemos en Granada y que he podido comprobar en primera persona. Este sistema está siendo capaz de dar respuesta a las situaciones provocadas por esta terrible pandemia y a la vez a las cuestiones habituales y a los problemas más graves», dijo la delegada.
Muy agradecida
La representante de la Junta en Granada manifestó, en su salida del hospital, su «profundo agradecimiento» al personal sanitario que la ha atendido en estos tres meses que ha estado hospitalizada, al personal del PTS, de la UCI y de Traumatología que la atendió al inicio, y especialmente a todos los profesionales del hospital de San Rafael, donde ha pasado los dos últimos meses y medio, en la unidad de tráfico.
«No tengo palabras para describir a este equipo humano, a todos, el personal de mantenimiento, de limpieza, de planta: auxiliares y personal de enfermería, el médico, el equipo de rehabilitación y fisioterapia, el de administración y la dirección, la enorme profesionalidad de todos y cada uno de ellos, pero sobre todo sus valores, el cariño, la delicadeza y la paciencia con la que nos tratan a los pacientes», contó ayer Ana Berrocal sobre su experiencia en el hospital de San Rafael de Granada, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
El buen trato, cura
Berrocal siente, después de esta vivencia, que los cuidados también ayudan a alcanzar la meta de la normalidad después de un accidente así. «Estoy convencida de que todo el trato que nos dispensan cura tanto como el tratamiento clínico y que sin duda acelera nuestra recuperación», indicó la Delegada de Educación granadina. «Siempre estaré agradecida a todos ellos por la facilidad y la alegría con la que me han hecho vivir estos meses tan duros», apuntó ayer Berrocal, emocionada a su salida del hospital.
Amelia Carreras, que es médico de planta del Hospital San Rafael y que ha estado atendiendo este tiempo a la Delegada de Educación, subrayó ayer cómo en este centro hospitalario –concertado con el SAS al que acuden pacientes que han sufrido accidentes de tráfico, o que necesitan cuidados paliativos o alguna recuperación específica– trabajan coordinados y de manera multidisciplinar para dar al paciente una atención global y acompañarlo hasta la recuperación o hacia otros desenlaces. «Atendemos con calidad y calidez, como en el caso de Ana, que se van tan agradecida porque ha sentido el cariño que perciben los pacientes en nuestro centro», señaló la médico. Ahora, Ana, comienza al fin otro camino hacia la recuperación total.
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