Sesenta mil vecinos del Cinturón de Granada depuran por primera vez sus aguas residuales

Hace cinco años, el gobierno de la Junta se topó con 114 municipios de Granada que no depuraban las aguas residuales. Cuando Juanma Moreno llegó al gobierno andaluz había 720 millones de euros del canon de depuración recaudados hacía más de una década de los que toda Andalucía podía ir cogiendo, como una bolsa única para obras hídricas pendientes. En Granada, aunque había que llegar a los pueblos pequeños, el principal objetivo era sanear el Área Metropolitana y darle salida a esa suciedad que acababa en los ríos.

Después de tres años de obras y 27 millones de euros, la depuradora de Los Vados –situada en Granada capital junto a la A-92– triplicó su capacidad y se quedó lista en 2023 para recibir los deshechos líquidos de una veintena de municipios del Área Metropolitana. En paralelo, se han ido desarrollando, y aún se construyen, los trayectos de tuberías para llevar hasta allí los residuos de estos municipios, las llamadas agrupaciones de vertidos.

Segun indican desde la Consejería de Agricultura, los primeros en llegar a esta meta son Maracena, Albolote y parte de Jun y Pulianas. En total, se han conectado ya 60.000 habitantes que se han sumado a este nuevo reto de depurar con su vía directa a Los Vados. Aunque parezca increíble hasta principios de año que se conectaron estos municipios solo depuraban en el Cinturón Granada (menos el Fargue) y Cúllar Vega en la EDAR de Los Vados y en la EDAR Sur Granada, Cenes De la Vega, Pinos Genil, Huétor Vega y la mayor parte de Armilla. El resto de localidades del Cinturón se irán vinculando a las depuradoras con estas tuberías que y a están todas en construcción tanto en el norte como en el sur.

En Maracena están contentos porque desde hace seis meses, el municipio ha dejado de verter aguas residuales en el río Juncaril. «Esto nos permite colaborar plenamente en el Ciclo Integral del Agua, algo que beneficia a nuestros vecinos», apunta el alcalde de esta localidad, Carlos Porcel, que resalta que después de 28 años al fin cuentan con un tratamiento y gestión adecuados de las aguas residuales, «que resuelve un problema que causaba molestias e insalubridad, especialmente para los residentes del Barranquillo San Jerónimo.

Desde el punto de vista medioambiental, la correcta depuración de aguas residuales reduce la contaminación, mejora la salud pública evitando la propagación de enfermedades y permite la reutilización del agua, contribuyendo a la sostenibilidad y bienestar de los maraceneros», manifiesta el alcalde de Maracena. La misma alegría sienten en Albolote y sus núcleos de población donde se depura desde principios de año, tras algunas semanas de prueba. El alcalde de Albolote, Salustiano Ureña, explica que después de más de un año, se terminó la obra del colector, que ha tenido alguna fase complicada por el centro de la localidad. «Los alcaldes nos hemos estado enfrentando a expedientes e incluso denuncias por los problemas derivados de los vertidos y esto, al fin, se ha terminado en este municipio», señala el regidor de Albolote, que celebra que medioambientalmente se haya dado este paso para no verter sus aguas residuales.

Entre finales de 2024 y mediados de 2025, nueve pueblos del Cinturón terminarán sus agrupaciones de vertidos y se conectarán a los Vados. Estos pueblos son Cúllar Vega, Güevéjar, Jun, Armilla (una parte), Vegas del Genil, Cúllar Vega, Las Gabias, Churriana y Alhendín.